Nuevamente nuestros amigos de la Cámara Nacional de la Industria de la Cerveza y la Malta (CANICERM), colaboran con nuestra página hablando de la gran relación que hay entre la deliciosa comida mexicana y la cerveza, ojalá les guste, ¡salud!.
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De la utilización de jitomates, frijoles, chiles en sus innumerables versiones, aguacate, epazote, cilantro, maíz, chocolate, huitlacoche y flor de calabaza se conforma sólo una parte de una de las gastronomías más famosas y variadas del mundo. La comida mexicana es capaz de ofrecer platillos de gran complejidad como de asombrosa sencillez y obtener el mismo resultado, placer a la hora de comer. Y esa versatilidad no pudiera tener una mejor y más amplia combinación que con la cerveza.
Fabricada principalmente a partir de granos de cebada, y en ocasiones con diversos cereales, la cerveza goza de una amplia gama de aromas, sabores, y referencias gastronómicas que la hacen una bebida con características muy especiales y de gran afabilidad con muchos alimentos. La comida mexicana aparece entonces como un agradable examen en términos de maridaje con cerveza. El reto de los sabores picantes, muy cargados para el paladar, o incluso dulces, es en ocasiones de difícil combinación con una bebida. Pero la cerveza lo logra.
Se dice que un buen maridaje resulta en la exaltación de sabores, aromas, e incluso texturas entre platillos y bebidas. En general, se trata de que sorbo y bocado como opuestos encuentren equilibrio en fuerzas que se contraponen, o como complementos que se balancean a partir de sus similitudes. Pero pensemos en el Mole Poblano, en salsas con chile de árbol, habanero o pasilla; en cebiches con sabores ácidos del limón con chiles serranos, o pensemos incluso en postres clásicos como los buñuelos o nueces garapiñadas. Su maridaje es amplísimo.
Y por esa razón la cerveza es la compañera ideal de la comida mexicana. Cervezas de buen cuerpo, oscuras, y con referencias a chocolate y/o café por ejemplo, casan perfectamente con la gran personalidad del mole. Asimismo, platillos picantes lo hacen con una cerveza de aromas maderosos y afrutados que tengan al mismo tiempo la liviandad y frescura para despejar el paladar. ¿Y qué decimos de los cebiches? Quizá no haya mejor combinación que con una Pilsner bien fría. Interesante es finalmente la combinación que la cerveza logra también con los sabores dulces de los postres. Algunas lager con aromas a nueces y caramelo impactan agradablemente con todo tipo de semilla garapiñada y sabores en donde se hace presente el piloncillo.
La comida mexicana y la cerveza mantienen así una relación de muy variada y deliciosa combinación. Su unión es casi natural. Eso sí, tanto la comida como la bebida tienen sus mejores versiones en el consumo moderado; los excesos destruyen la riqueza de sus combinaciones. En esta moderación, disfruta de su delicioso maridaje.
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Para mayores informes sobre la CANICERM, les recomendamos visitar su sitio web: canicerm.org.mx
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