Y la cerveza…¿con qué se come?

Una introducción al maridaje cervecero en esta entrega de TheBeerDaily.com

En tiempos recientes el tema del maridaje entre comida y bebida se ha incrementado en la cultura del “buen vivir amatéur”, esto debido en gran medida a mayores espacios  dedicados al arte del buen comer (y beber) en los medios de comunicación. Así, cada vez más, escuchamos pláticas sobre que tipo de platillo le va a tal o cual vino tinto, blanco o rosado, o que sabores son los que hacen mejor match con ciertas mezclas de café, mucho de esto también a causa del incremento de tiendas especializadas en estos menesteres gastronómicos.

¿Pero qué hay de la cerveza? ¿porqué no se habla mucho de los maridajes de esta bebida que es la tercer más consumida en el planeta después del agua y el té?. Quizás la causa más común sea que a diferencia del vino, la cerveza es una bebida más “común” (y nótese que acá lo entrecomillamos) y con un aire de menor sofisticación que muchos de sus primos etílicos. Sin embargo, con el advenimiento de nuevas e interesantes variantes de esta deliciosa bebida a base de malta y lúpulo, así como la creciente cultura cervecera independiente -y por ende con mayores contribuciones a la cultura gastronómica- en varias partes del mundo (México no es la excepción), ya se comienza a hablar de guías de maridaje entre la cerveza y diferentes tipos de comida. Ojo, no es que nunca hayan existido guías de maridaje en torno a la cerveza, es sólo que hasta ahora se comienzan a ver más.

Como todo tema de maridaje, siempre habrá ciertos puntos en los cuales no haya un criterio totalmente establecido, porque acá, como casi todo en la vida, entran los gustos de cada quien. Sin embargo, hay ciertas guías de origen químico (por la composición de los sabores de ciertos alimentos, no porque estos sean de origen artificial), que nos permiten definir ciertos puntos de encuentro entre estilos de cerveza y tipos de comida.

La comida mexicana va bien con cervezas ligeras en sabor y cuerpo

Entre estos podemos destacar, de manera general,  que la cerveza se lleva excelente con los tonos ácidos de ciertos ingredientes, como por ejemplo aquellos platillos que contienen encurtidos, salsas picantes (o chiles dentro de sus guisos), tomates verdes y rojos, ya que estos contienen un buen nivel de acidez, vinagretas (por ello muchas ensaladas se complementan a la perfección con una chelita), e incluso platillos que en sus condimentos “laterales” (no parte de la preparación del mismo plato) lleven buenas dosis de mostazas, “relish” y ketchup.  En este tema de la acidez en la comida, la cerveza es la ideal compañera, ya que otras bebidas alcohólicas no la llevan bien con estos tonos, ¿se imaginan acompañar un buen chicharrón en salsa verde o un queso en salsa de chiles de árbol y morita con un Cabernet Sauvignon?  Nosotros tampoco.

¿Qué tal unas costillas a la BBQ con una buena lager?

Otro sabor que va bien con la cerveza es el de origen ahumado, como por ejemplo muchas de las variantes de salchichas y costillas de cerdo ahumadas, esto debido a que la cerveza hace un contrapunto en el sabor “duro” de estos platillos expuestos al humo de diferentes leñas como ingrediente esencial en su preparación.

¿Pero qué hay de los platillos con alta concentraciones de grasa animal y vegetal? Se han puesto a pensar el porqué la cerveza se lleva tan bien con los embutidos, la carne de cerdo, los cortes tipo rib eye, arrachera, etc.,  las papas fritas (y tantas otras botanas de ese tipo)? De hecho, esta es una de las razones del porque los quesos con alta concentración grasa, son los que mejor se llevan con la cerveza.
Bueno, pues acá hay estudiosos del tema gastronómico que en sus teorías acerca de este punto, le confieren a la cerveza una ventaja sobre otro tipo de bebidas; al comer platillos con altas concentraciones grasas (¡colesterol, ahí te hablan!), las papilas gustativas -esos pequeños receptores del sentido del gusto que tenemos en la lengua- son virtualmente tapadas por una película grasa (suena peor de lo que es) que nos impide captar los sabores de bebidas más complejas, como por ejemplo ciertos vinos, algo que no sucede con muchas de los tipos de cerveza que consumimos, sobre todo las de sabores ligeros y con bajo grado de IBU´s, las cuales, al contrario, además de refrescar el paladar, digamos que limpian esa película grasa al momento de pasar el trago. No en balde, los estadounidenses le llaman coloquialmente “wash down” al hecho de darle un trago a la bebida para pasar el bocado (nothin’ like a cold beer to wash down those ribs, cowboy!).

Un sándwich de salmón, con una buena Stout

En otras entregas de The Beer Daily les hablaremos con más detalle sobre maridajes específicos según el origen de los platillos (carnes, pescados, vegetales, etc.), pero acá les damos un avance sobre algunos platos y las cervezas que mejor se llevan con éstos, simplificado en dos grandes grupos:

Cervezas Ligeras, de cuerpo suave a medio

  • Platillos con encurtidos, escabeches y vinagres
  • Platos orientales cocinados con salsas de soya y agridulces
  • Comida mexicana (acá chambonamente simplificamos, ya que nuestra cocina es muuuy extensa, prometemos ampliar este tema específico)
  • Platillos con buena contracción de pimienta y ajo.
  • Ensaladas preparadas con vinagretas

Cervezas con cuerpo medio y sabores más robustos

  • Embutidos de cerdo de sabores sólidos
  • Pescados ahumados (arenques, por ejemplo)
  • Platillos a base de vegetales ácidos (espárragos, alcachofas, calabacitas)
  • Carnero guisado o asado
  • Platos a base de curry o especias como gengibre
  • Quesos de sabores intensos

En fin, esta fue una pequeña introducción al tema del maridaje de la cerveza, esperamos muy pronto ampliar este interesante tema, que como ustedes se imaginan, da para muchas páginas. Por lo pronto, hacemos una pausa, destapamos una buena cervecita  y la acompañamos con un buen queso Gouda, a ver si nos va bien con ese maridaje.

¡Salud!
TBD Staff 

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Los frijoles borrachos de HEB y Shiner

Una lata de los Frijoles Borrachos del HEB, preparados con Shiner Bock

Caminando uno por los pasillos de casi cualquier supermercado, a menudo uno se topa con buenas novedades, como recientemente nos pasó en un H.E.B (bueno, a Sir Playmo para ser exacto); mientras buscaba otro producto para hacer un experimento gastronómico, se topó en la misma zona de la tienda unas latas de “Borracho Beans” de la marca propia de la cadena HEB, los cuales además de llevar los tradicionales ingredientes de unos frijoles de este tipo, están preparados con cerveza Shiner Bock.

Estas dos  marcas texanas (H.E.B. tiene su sede en San Antonio y la cervecería Spoetzel en el poblado de Shiner) se unieron para lanzar este producto, que según nos comentaron en la misma tienda, se han vendido bien a pesar de no tener una campaña publicitaria masiva detrás. Y es que como son de orgullosos de sus raíces los Texanos, no es sorpresa que este producto apalancado con dos marcas insignias del estado de la estrella solitaria haya sido bien recibido por allá.

En cuestión de sabor, estos frijoles borrachos (para los amigos que nos leen y no son mexicanos, esta receta es originaria de México y consiste en cocer los frijoles, para luego guisarlos con chile, tomate, cebolla, especias y cerveza), están bien, considerando que es un producto de lata, aunque para ser sinceros, no le llegan a los que se preparan en muchas partes de México en las carnes asadas o simplemente para acompañar otra serie de deliciosos guisos tradicionales mexicanos.

Como sea, siempre es grato ver este tipo de esfuerzos de las cadenas, para llevar productos diferentes a los que normalmente ves en los anaqueles. Si traes antojo de unos frijoles borrachos y no quieres ponerte a cocer frijoles, compra estos, ponles comino, cilantro, más picante y hasta un poquito de chorizo o cueritos y te sabrán mucho mejor, sobre todo si también los acompañas con unas chelitas frías.

Este producto lo encuentras en las tiendas H.E.B. en México y Estados Unidos.

¡Salud!
TBD Staff

Comida mexicana y cerveza, una excelente elección

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Nuevamente nuestros amigos de la Cámara Nacional de la Industria de la Cerveza y la Malta (CANICERM), colaboran con nuestra página hablando de la gran relación que hay entre la deliciosa comida mexicana y la cerveza, ojalá les guste, ¡salud!.

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De la utilización de jitomates, frijoles, chiles en sus innumerables versiones, aguacate, epazote, cilantro, maíz, chocolate, huitlacoche y flor de calabaza se conforma sólo una parte de una de las gastronomías más famosas y variadas del mundo. La comida mexicana es capaz de ofrecer platillos de gran complejidad como de asombrosa sencillez y obtener el mismo resultado, placer a la hora de comer. Y esa versatilidad no pudiera tener una mejor y más amplia combinación que con la cerveza.

Un cerveza oscura, ideal para acompañar platillos de robustos sabores

Un cerveza oscura, ideal para acompañar platillos de robustos sabores

Fabricada principalmente a partir de granos de cebada, y en ocasiones con diversos cereales, la cerveza goza de una amplia gama de aromas, sabores, y referencias gastronómicas que la hacen una bebida con características muy especiales y de gran afabilidad con muchos alimentos. La comida mexicana aparece entonces como un agradable examen en términos de maridaje con cerveza. El reto de los sabores picantes, muy cargados para el paladar, o incluso dulces, es en ocasiones de difícil combinación con una bebida. Pero la cerveza lo logra.

Se dice que un buen maridaje resulta en la exaltación de sabores, aromas, e incluso texturas entre platillos y bebidas. En general, se trata de que sorbo y bocado como opuestos encuentren equilibrio en fuerzas que se contraponen, o como complementos que se balancean a partir de sus similitudes. Pero pensemos en el Mole Poblano, en salsas con chile de árbol, habanero o pasilla; en cebiches con sabores ácidos del limón con chiles serranos, o pensemos incluso en postres clásicos como los buñuelos o nueces garapiñadas. Su maridaje es amplísimo.

¿A poco no se antoja este Mole con una buena cerveza?

¿A poco no se antoja este Mole con una buena cerveza?

Y por esa razón la cerveza es la compañera ideal de la comida mexicana. Cervezas de buen cuerpo, oscuras, y con referencias a chocolate y/o café por ejemplo, casan perfectamente con la gran personalidad del mole. Asimismo, platillos picantes lo hacen con una cerveza de aromas maderosos y afrutados que tengan al mismo tiempo la liviandad y frescura para despejar el paladar. ¿Y qué decimos de los cebiches? Quizá no haya mejor combinación que con una Pilsner bien fría. Interesante es finalmente la combinación que la cerveza logra también con los sabores dulces de los postres. Algunas lager con aromas a nueces y caramelo impactan agradablemente con todo tipo de semilla garapiñada y sabores en donde se hace presente el piloncillo.

La comida mexicana y la cerveza mantienen así una relación de muy variada y deliciosa combinación. Su unión es casi natural. Eso sí, tanto la comida como la bebida tienen sus mejores versiones en el consumo moderado; los excesos destruyen la riqueza de sus combinaciones. En esta moderación, disfruta de su delicioso maridaje.

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Para mayores informes sobre la CANICERM, les recomendamos visitar su sitio web: canicerm.org.mx

La Feliz Combinación entre Cerveza y Alimentos

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Hoy les traemos a TheBeerDaily.com una colaboración más de nuestros amigos de la Cámara Nacional de la Industria de la Cerveza y la Malta (CANICERM), esto sobre el interesantísimo tema del maridaje cervecero, que lo disfruten.

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Bien concertada y grata variedad de sonidos, medidas y pausas que resulta en la prosa o en el verso por la feliz combinación de las sílabas, voces y cláusulas empleadas en él. No podría ser más agradable la definición que la Real Academia Española nos ofrece para la palabra “armonía”. Definición que bien pudiera ser utilizada en una serie interminable de contextos. Sin embargo, su uso gastronómico es casi inevitable. La armonía entre alimentos y bebidas  es capaz de provocar a través de aromas, sabores y texturas, una feliz combinación a partir de cada uno de los ingredientes utilizados en ella.

Armonizar alimentos, esto es, maridarlos, es una de esas actividades tan gratas que pueden ser, al igual que la música, inolvidables, evocadoras de sentimientos, recuerdos, y agradables momentos. Y una gran bebida para hacerlo es sin duda la cerveza. Y es que la cerveza posee tantas variedades como la riqueza misma de sus ingredientes y procesos. Esta amplitud le permite atender de maneras tan diversas y  en ocasiones insospechadas, la unión con una asombrosa multiplicidad de alimentos.

La cerveza es capaz de invocar elementos frutales, herbáceos, maderosos, de numerosos cereales, e incluso elementos como el café, el cacao, cardamomo, nuez, caramelo y chile. Por ello, la cerveza aparece con un inigualable espacio para el maridaje. Desde las comidas con combinaciones clásicas con la cerveza, como aquellos cuyo ingrediente principal es el jitomate, hasta escabeches, moles, sushi, e incluso alimentos picantes y postres. Tiramisú, ceviche, Crème brûlée, curry, mango, chocolate amargo, quesos, atún, arrachera, pollo picante, crustáceos, hashimi… todos pueden ser casados de manera perfecta con esta bebida.

La regla general para unir esta casi interminable lista de alimentos con la cerveza es encontrar similitudes y promoverlas, identificar opuestos y balancearlos. Por ejemplo, alimentos fuertemente sazonados serán mejor maridados con cervezas de similar fuerza y cuerpo; aquellos platillos que sobre-carguen el paladar, con cervezas que le den frescura y limpieza, y sabores delicados  con aquellas cervezas claras y suaves.

Pero fundamentalmente, el mejor maridaje es aquel que atiende aquella motivación de nuestra propia individualidad. Como la música, el maridaje tiene su mejor desarrollo cuando se convierte en una expresión misma del comensal. Partir de una receta, seguir pasos, atender consejos, pero disfrutar del momento y hacerlo de acuerdo a los gustos propios. En la medida en la que ello se realice, se logrará una bien concertada y grata variedad entre alimento y bebida, que harán de la experiencia gastronómica una feliz combinación. 

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Para mayores informes sobre la CANICERM, les recomendamos visitar su sitio web: canicerm.org.mx

Los frijoles borrachos de HEB y Shiner

Una lata de los Frijoles Borrachos del HEB, preparados con Shiner Bock

Caminando uno por los pasillos de casi cualquier supermercado, a menudo uno se topa con buenas novedades, como recientemente nos pasó en un H.E.B. de Texas; mientras buscábamos unas latas de Chili marca Wolf para hacer un experimento gastronómico, nos encontramos en la misma zona de la tienda, unas latas de “Borracho Beans” de la marca propia de la cadena HEB, los cuales además de llevar los tradicionales ingredientes de unos frijoles de este tipo, están preparados con cerveza Shiner Bock.
Así como lo leen, estas dos  marcas texanas (H.E.B. tiene su sede en San Antonio y la cervecería Spoetzel en el poblado de Shiner) se unieron para lanzar este producto, que según nos comentaron en la misma tienda, se han vendido bien a pesar de no tener una campaña publicitaria masiva detrás. Y es que como son de orgullosos de sus raíces los texanos, no es sopresa que este producto apalancado con dos marcas insignias del estado de la estrella solitaria haya sido bien recibido por allá. En cuestión de sabor, estos frijoles borrachos (para los amigos que nos leen y no son mexicanos, esta receta es originaria de México y consiste en cocer los frijoles, para luego guisarlos con chile, tomate, cebolla, especias y cerveza), están bien, considerando que es un producto de lata, aunque para ser sinceros, no le llegan a los que se preparan en muchas partes de México en las carnes asadas o simplemente para acompañar otra serie de deliciosos guisos tradicionales mexicanos.

Como sea, siempre es grato ver este tipo de esfuerzos de las cadenas, para llevar productos diferentes a los que normalmente ves en los anaqueles. Si estás en Texas y traes antojo de unos frijoles borrachos y no quieres ponerte a cocer frijoles, compra estos, ponles comino, cilantro, más picante y hasta un poquito de chorizo o cueritos y te sabrán mucho mejor, sobre todo si también los acompañas con unas frías Shiner Bock.

Aunque este producto es de la marca propia de H.E.B., aún no los hemos visto a la venta en las tiendas que esta cadena de supermercados tiene en México, si alguien ya los vio por acá, avísenos.

¡Salud!
TBD Staff

Y la cerveza…¿con qué se come?

Una introducción al maridaje cervecero en esta entrega de TheBeerDaily.com

En tiempos recientes el tema del maridaje entre comida y bebida se ha incrementado en la cultura del “buen vivir amatéur”, esto debido en gran medida a mayores espacios  dedicados al arte del buen comer (y beber) en los medios de comunicación. Así, cada vez más, escuchamos pláticas sobre que tipo de platillo le va a tal o cual vino tinto, blanco o rosado, o que sabores son los que hacen mejor match con ciertas mezclas de café, mucho de esto también a causa del incremento de tiendas especializadas en estos menesteres gastronómicos.

¿Pero qué hay de la cerveza? ¿porqué no se habla mucho de los maridajes de esta bebida que es la tercer más consumida en el planeta después del agua y el té?. Quizás la causa más común sea que a diferencia del vino, la cerveza es una bebida más “común” (y nótese que acá lo entrecomillamos) y con un aire de menor sofisticación que muchos de sus primos etílicos. Sin embargo, con el advenimiento de nuevas e interesantes variantes de esta deliciosa bebida a base de malta y lúpulo, así como la creciente cultura cervecera independiente -y por ende con mayores contribuciones a la cultura gastronómica- en varias partes del mundo (México no es la excepción), ya se comienza a hablar de guías de maridaje entre la cerveza y diferentes tipos de comida. Ojo, no es que nunca hayan existido guías de maridaje en torno a la cerveza, es sólo que hasta ahora se comienzan a ver más.

Como todo tema de maridaje, siempre habrá ciertos puntos en los cuales no haya un criterio totalmente establecido, porque acá, como casi todo en la vida, entran los gustos de cada quien. Sin embargo, hay ciertas guías de origen químico (por la composición de los sabores de ciertos alimentos, no porque estos sean de origen artificial), que nos permiten definir ciertos puntos de encuentro entre estilos de cerveza y tipos de comida.

La comida mexicana va bien con cervezas ligeras en sabor y cuerpo

Entre estos podemos destacar, de manera general,  que la cerveza se lleva excelente con los tonos ácidos de ciertos ingredientes, como por ejemplo aquellos platillos que contienen encurtidos, salsas picantes (o chiles dentro de sus guisos), tomates verdes y rojos, ya que estos contienen un buen nivel de acidez, vinagretas (por ello muchas ensaladas se complementan a la perfección con una chelita), e incluso platillos que en sus condimentos “laterales” (no parte de la preparación del mismo plato) lleven buenas dosis de mostazas, “relish” y ketchup.  En este tema de la acidez en la comida, la cerveza es la ideal compañera, ya que otras bebidas alcohólicas no la llevan bien con estos tonos, ¿se imaginan acompañar un buen chicharrón en salsa verde o un queso en salsa de chiles de árbol y morita con un Cabernet Sauvignon?  Nosotros tampoco.

¿Qué tal unas costillas a la BBQ con una buena lager?

Otro sabor que va bien con la cerveza es el de origen ahumado, como por ejemplo muchas de las variantes de salchichas y costillas de cerdo ahumadas, esto debido a que la cerveza hace un contrapunto en el sabor “duro” de estos platillos expuestos al humo de diferentes leñas como ingrediente esencial en su preparación.

¿Pero qué hay de los platillos con alta concentraciones de grasa animal y vegetal? Se han puesto a pensar el porqué la cerveza se lleva tan bien con los embutidos, la carne de cerdo, los cortes tipo rib eye, arrachera, etc.,  las papas fritas (y tantas otras botanas de ese tipo)? De hecho, esta es una de las razones del porque los quesos con alta concentración grasa, son los que mejor se llevan con la cerveza.
Bueno, pues acá hay estudiosos del tema gastronómico que en sus teorías acerca de este punto, le confieren a la cerveza una ventaja sobre otro tipo de bebidas; al comer platillos con altas concentraciones grasas (¡colesterol, ahí te hablan!), las papilas gustativas -esos pequeños receptores del sentido del gusto que tenemos en la lengua- son virtualmente tapadas por una película grasa (suena peor de lo que es) que nos impide captar los sabores de bebidas más complejas, como por ejemplo ciertos vinos, algo que no sucede con muchas de los tipos de cerveza que consumimos, sobre todo las de sabores ligeros y con bajo grado de IBU´s, las cuales, al contrario, además de refrescar el paladar, digamos que limpian esa película grasa al momento de pasar el trago. No en balde, los estadounidenses le llaman coloquialmente “wash down” al hecho de darle un trago a la bebida para pasar el bocado (nothin’ like a cold beer to wash down those ribs, cowboy!).

Un sándwich de salmón, con una buena Stout

En otras entregas de The Beer Daily les hablaremos con más detalle sobre maridajes específicos según el origen de los platillos (carnes, pescados, vegetales, etc.), pero acá les damos un avance sobre algunos platos y las cervezas que mejor se llevan con éstos, simplificado en dos grandes grupos:

Cervezas Ligeras, de cuerpo suave a medio

  • Platillos con encurtidos, escabeches y vinagres
  • Platos orientales cocinados con salsas de soya y agridulces
  • Comida mexicana (acá chambonamente simplificamos, ya que nuestra cocina es muuuy extensa, prometemos ampliar este tema específico)
  • Platillos con buena contracción de pimienta y ajo.
  • Ensaladas preparadas con vinagretas

Cervezas con cuerpo medio y sabores más robustos

  • Embutidos de cerdo de sabores sólidos
  • Pescados ahumados (arenques, por ejemplo)
  • Platillos a base de vegetales ácidos (espárragos, alcachofas, calabacitas)
  • Carnero guisado o asado
  • Platos a base de curry o especias como gengibre
  • Quesos de sabores intensos

En fin, esta fue una pequeña introducción al tema del maridaje de la cerveza, esperamos muy pronto ampliar este interesante tema, que como ustedes se imaginan, da para muchas páginas. Por lo pronto, hacemos una pausa, destapamos una buena cervecita  y la acompañamos con un buen queso Gouda, a ver si nos va bien con ese maridaje.

¡Salud!
TBD Staff