Historia cervecera mexicana: Listón Azul

La extinta Listón Azul, cerveza en lata que se producía en Chihuahua hace muchos años.

Hace tiempo habíamos hablado en TheBeerDaily.com  de Cruz Blanca, una marca de cerveza mexicana ya extinta que se fabricaba en el estado Chihuahua; ahora les traemos unas imágenes de otro de los productos de esta cervecera Chihuahuense que se produjo y comercializó bastante hasta mediados de la década de los ochenta, se trata de la cerveza “Listón Azul”.

Esta cerveza que se producía primordialmente en Ciudad Juárez -aunque también llegó a hacerse en ciertas épocas en la capital de Chihuahua- tenía la particularidad de ser comercializada sólo en lata, esto le permitía a  la Compañía Cervecera de Chihuahua competirle frontalmente a la marca Tecate, de Cervecería Cuauhtémoc.
Lo curioso del caso de esta marca, es que en un inicio la cerveza de lata de la cervecera Chihuahuense se mercadeaba bajo el emblema de su producto estrella que era Cruz Blanca, sólo que para diferenciarla de la tradicional cerveza en botella, a la lata le hicieron un diseño especial, bautizándola como Cruz Blanca Listón Azul.

Una imagen sencilla que emulaba al listón azul, símbolo universal del premio a la calidad.

¿Porqué “Listón Azul” ? la idea era simple, el símbolo de premio a la calidad superior  a nivel mundial ha sido desde hace muchos años un listón azul,(algunas cervezas en otras partes del mundo llevan el mismo nombre como la Pabst Blue Ribbon o la Peroni Nastro Azzurro), y al ser esta cerveza mercadeada en lata, su precio era más elevado que las típicas botellas retornables de 325 ml. de la época, de ahí que los mercadólogos de ese entonces buscaran implantarle un valor percibido superior, a un líquido de calidad similar a la Cruz Blanca. Con el paso del tiempo, y como le ha pasado a muchos productos, la gente dejó de pedir “una Cruz Blanca, Listón Azul” para acortar el nombre a simplemente “Listón Azul”; su diseño en blanco y azul es sencillo, destacando la silueta de una medalla con su listón azul, en la que se aprecia claramente su nombre.

Esta cerveza Listón Azul era la típica Pilsner mexicana, que en su lata indica que tenía menos de 6 grados de contenido alcohólico, marcados en grados Gay-Lussac, ya que en aquella época, esa métrica creada por el científico francés Joseph Louis Gay-Lussac era el estándar en la industria; la Listón Azul tenía presencia nacional, aunque era más marcada su distribución en los estados del norte del país. Su lata, como muchas de su época (si no es que todas) era de hojalata, consistente en tres piezas (hoy en día son de dos o incluso una) la cual era soldada con puntos de chispa, su tapa no es como las conocemos ahora, sino que era desprendible totalmente; podemos decir que en su confección, esta lata si era bastante ruda, vaya podrías descalabrar a alguien aventándole una de estas cervezas.

Una lata de tres piezas soldadas; así eran los empaques de Listón Azul de esa época.

Aunque esta lata de Listón Azul que tenemos en nuestra colección data por ahí de 1976/1977 -y que nunca ha sido abierta- aún se encuentra en excelentes condiciones, prácticamente sin óxido presente, y con muy pocas señales de decoloración, destacando el brillo de sus tonos azules con blanco y detalles en dorado. Se nota que en esos tiempos la calidad de los empaques sí estaba pensada para que duraran muchos años.

No tenemos el año exacto de cuando dejó de existir esta cerveza, sin embargo, todo indica que Listón Azul corrió con la misma suerte que otros productos de la Compañía Cervecera de Chihuahua, los cuales desaparecieron poco a poco de los anaqueles, al ser adquirida esta empresa por Cervecería Cuauhtémoc, para dejar de producirse en definitiva cuando esta empresa de Monterrey adquirió a la Cervecería Moctezuma en 1985, llevando a reducir su portafolio de productos.

Si alguien tiene más información sobre esta cerveza mexicana o conoce a alguien que la haya probado, contáctenos, nos dará mucho gusto tener más datos sobre este producto cervecero extinto.

¡Salud!
>>Chuck

fotos © Carlos Leal Jiménez

En honor a los 427 años de “‘la ciudad de las montañas”, ¡con ustedes la cerveza Monterrey!

El estilo gráfico de la etiqueta de Cerveza Monterrey, muy del estilo de los 30´s

Aunque que muy pocos la recuerden, la industriosa y pujante ciudad de Monterrey, -fundada por Don Diego de Montemayor hace 427 años, un 20 de septiembre de 1596- tuvo una cerveza bautizada en su honor, y por ello en TheBeerDaily.com decidimos dedicarle este post a una extinta cerveza que lleva el nombre de la capital del estado de Nuevo León, sí, hablamos de la “Cerveza Monterrey”.

Una botella de Cerveza Monterrey, aún sin abrir, parte de nuestra colección.

Esta cerveza de la cual hoy en día se sabe muy poco -y muy poca gente sabe que siquiera existió-, fue producida por Cervecería Cuauhtémoc (mucho antes de que adquiriera a Cervecería Moctezuma), y según nos cuentan, se lanzó por ahí de los años 30’s, formando parte del portafolio de esta cervecera junto con sus hermanas Carta Blanca, Bohemia  e Indio (originalmente llamada “Cuauhtémoc”). Esta “Monterrey” era una cerveza estilo lager con cuerpo muy similar a la de la Carta Blanca de aquel entonces, y se caracterizaba por su etiqueta blanca con la imagen del Emperador Azteca Cuauhtémoc así como su nombre en letras mayúsculas, en rojo y dorado, los colores típicos de las marcas insignia de Cervecería Cuauhtémoc en aquellos años donde la vida era más relajada.

La sencilla corcholata de Cerveza Monterrey

La cerveza Monterrey duró varias décadas a la venta (por ahí en la red se pueden encontrar anuncios y etiquetas de los 50’s y 60’s), pero al parecer para la década de los setentas, desapareció de los anaqueles sin dejar mucho rastro de su existencia, quizás como parte de la reorganización del portafolio de marcas de esta empresa que nació en 1890 de la visión de los empresarios Don Isaac Garza, José Calderón, José A. Muguerza, Francisco G. Sada, y Joseph M. Schnaider.

Esta botella cerrada de Cerveza Monterrey que tenemos en TheBeerDaily, data de la segunda mitad de la década de los sesentas y aunque su etiqueta ya muestra señales del inexorable paso del tiempo (lo blanco de la etiqueta se ha convertido en un amarillo tímido)  aún está bien conservada, y es una de las rarezas de nuestra colección de botellas y latas de cervezas mexicanas del pasado.

En fin, ojalá y algún día veamos el renacimiento de la cerveza que llevó el nombre de la ciudad donde nació Cervecería Cuauhtémoc, sin duda muchos Regiomontanos la tendrían en sus hieleras y refrigeradores.

¡Salud por los Regiomontanos!

TBD Staff

fotos ©Carlos Leal Jiménez

Historia cervecera mexicana: Listón Azul

La extinta Listón Azul, cerveza en lata que se producía en Chihuahua hace muchos años.

Hace tiempo habíamos hablado en TheBeerDaily.com  de Cruz Blanca, una marca de cerveza mexicana ya extinta que se fabricaba en el estado Chihuahua; ahora les traemos unas imágenes de otro de los productos de esta cervecera Chihuahuense que se produjo y comercializó bastante hasta mediados de la década de los ochenta, se trata de la cerveza “Listón Azul”.

Esta cerveza que se producía primordialmente en Ciudad Juárez -aunque también llegó a hacerse en ciertas épocas en la capital de Chihuahua- tenía la particularidad de ser comercializada sólo en lata, esto le permitía a  la Compañía Cervecera de Chihuahua competirle frontalmente a la marca Tecate, de Cervecería Cuauhtémoc.
Lo curioso del caso de esta marca, es que en un inicio la cerveza de lata de la cervecera Chihuahuense se mercadeaba bajo el emblema de su producto estrella que era Cruz Blanca, sólo que para diferenciarla de la tradicional cerveza en botella, a la lata le hicieron un diseño especial, bautizándola como Cruz Blanca Listón Azul.

Una imagen sencilla que emulaba al listón azul, símbolo universal del premio a la calidad.

¿Porqué “Listón Azul” ? la idea era simple, el símbolo de premio a la calidad superior  a nivel mundial ha sido desde hace muchos años un listón azul,(algunas cervezas en otras partes del mundo llevan el mismo nombre como la Pabst Blue Ribbon o la Peroni Nastro Azzurro), y al ser esta cerveza mercadeada en lata, su precio era más elevado que las típicas botellas retornables de 325 ml. de la época, de ahí que los mercadólogos de ese entonces buscaran implantarle un valor percibido superior, a un líquido de calidad similar a la Cruz Blanca. Con el paso del tiempo, y como le ha pasado a muchos productos, la gente dejó de pedir “una Cruz Blanca, Listón Azul” para acortar el nombre a simplemente “Listón Azul”; su diseño en blanco y azul es sencillo, destacando la silueta de una medalla con su listón azul, en la que se aprecia claramente su nombre.

Esta cerveza Listón Azul era la típica Pilsner mexicana, que en su lata indica que tenía menos de 6 grados de contenido alcohólico, marcados en grados Gay-Lussac, ya que en aquella época, esa métrica creada por el científico francés Joseph Louis Gay-Lussac era el estándar en la industria; la Listón Azul tenía presencia nacional, aunque era más marcada su distribución en los estados del norte del país. Su lata, como muchas de su época (si no es que todas) era de hojalata, consistente en tres piezas (hoy en día son de dos o incluso una) la cual era soldada con puntos de chispa, su tapa no es como las conocemos ahora, sino que era desprendible totalmente; podemos decir que en su confección, esta lata si era bastante ruda, vaya podrías descalabrar a alguien aventándole una de estas cervezas.

Una lata de tres piezas soldadas; así eran los empaques de Listón Azul de esa época.

Aunque esta lata de Listón Azul que tenemos en nuestra colección data por ahí de 1976/1977 -y que nunca ha sido abierta- aún se encuentra en excelentes condiciones, prácticamente sin óxido presente, y con muy pocas señales de decoloración, destacando el brillo de sus tonos azules con blanco y detalles en dorado. Se nota que en esos tiempos la calidad de los empaques sí estaba pensada para que duraran muchos años.

No tenemos el año exacto de cuando dejó de existir esta cerveza, sin embargo, todo indica que Listón Azul corrió con la misma suerte que otros productos de la Compañía Cervecera de Chihuahua, los cuales desaparecieron poco a poco de los anaqueles, al ser adquirida esta empresa por Cervecería Cuauhtémoc, para dejar de producirse en definitiva cuando esta empresa de Monterrey adquirió a la Cervecería Moctezuma en 1985, llevando a reducir su portafolio de productos.

Si alguien tiene más información sobre esta cerveza mexicana o conoce a alguien que la haya probado, contáctenos, nos dará mucho gusto tener más datos sobre este producto cervecero extinto.

¡Salud!
>>Chuck

fotos © Carlos Leal Jiménez

Las Tres Equis en la historia cervecera mexicana.

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No se vayan con la finta estimados lectores, el título de este post no tiene nada que ver con esas películas que “nadie ha visto” pero que todo el mundo sabe de que tratan (películas de pocos diálogos), sino que se trata de una más de las cervezas que alguna vez se consumieron bastante en restaurantes, bares y reuniones en el hermoso país Azteca y que hoy sólo son parte de la memoria cervecera mexicana, hablamos de la cerveza XXX (Tres Equis).

Esta lata de tres piezas de XXX, data de la década de los setentas y forma parte de nuestra colección.

Esta lata de tres piezas de XXX, data de la década de los setentas y forma parte de nuestra colección.

Esta cerveza era producida en Orizaba por Cervecería Moctezuma y según nos cuentan debutó en el mercado mexicano a principios del siglo XX, por ahí de 1905-1910 (no tenemos la fecha exacta) y era una de las cervezas “de lujo” de esta compañía, hasta la compra de esta empresa por parte de la Cervecería Cuauhtémoc de Monterrey a mediados de la década de los ochenta.

La Tres Equis era una cerveza estilo lager clara de cuerpo ligero pero con buen sabor, muy del estilo de las cervezas de esa época (no tan aguadas como muchas hoy en día) y al principio se vendió en botella de 325 ml para tiempo después, también ofrecerse en lata, presentación que fue de las más populares de esta marca en los setentas y ochentas, siendo esta década en la que vivió su etapa final.

La lata de este producto era fácilmente identificable, con su figura de una águila imperial germana, que para ser sinceros, no hacía mucho “match” con la publicidad que la marca usaba a finales de los setentas y principios de los ochentas (pero bueno, los anuncios de esa época eran casi todos muy parecidos), la cual se dirigía a un segmento de mercado de mayor ingreso que otras cervezas mexicanas como Superior o Carta Blanca.

Una escena de un comercial de TV de XXX en 1981

Una escena de un comercial de TV de XXX en 1981

Además de la típica lata blanca de XXX, existió una versión oscura de esta cerveza mexicana, la cual se presentaba en una lata similar, pero con tonos negros y dorados, no teniendo el mismo grado de penetración en el mercado que su hermana clara. Con la compra de la Cervecería Moctezuma y consecuente fusión con Cuauhtémoc, esta marca paso a formar parte del amplio grupo de cervezas adquiridas por la firma Regiomontana que fueron quedando en el olvido, para finalmente desaparecer del portafolio de esta empresa. De esta marca, hoy solo quedan por ahí algunas latas -como la que tenemos en nuestra colección y que pueden ver en las fotos de este artículo- y algunos artículos promocionales de esta cerveza en sitios de subastas como ebay y mercadolibre.com. ¿Será probable que alguna vez la volvamos a ver a la venta? La verdad, es que lo dudamos, más ahora que Heineken es dueño de Cuauhtémoc Moctezuma, pero bueno, por acá en TheBeerDaily.com le rendimos un pequeño homenaje a esta cerveza que tomaron nuestros padres y abuelos y que seguramente disfrutaron muchísimo.

¡Salud por la Tres Equis!
TBD Staff

fotos ©Carlos Leal Jiménez

Brindemos por Monterrey, ¡con una cerveza Monterrey!

El estilo gráfico de la etiqueta de Cerveza Monterrey, muy del estilo de los 30´s

Aunque que muy pocos la recuerden, la industriosa y pujante ciudad de Monterrey, -fundada por Don Diego de Montemayor hace 420 años- tuvo una cerveza bautizada en su honor, y por ello en TheBeerDaily.com decidimos dedicarle este post a una extinta cerveza que lleva el nombre de la capital del estado de Nuevo León, sí, hablamos de la “Cerveza Monterrey”.

Una botella de Cerveza Monterrey, aún sin abrir, parte de nuestra colección.

Esta cerveza de la cual hoy en día se sabe muy poco -y muy poca gente sabe que siquiera existió-, fue producida por Cervecería Cuauhtémoc (mucho antes de que adquiriera a Cervecería Moctezuma), y según nos cuentan, se lanzó por ahí de los años 30’s, formando parte del portafolio de esta cervecera junto con sus hermanas Carta Blanca, Bohemia  e Indio (originalmente llamada “Cuauhtémoc”). Esta “Monterrey” era una cerveza estilo lager con cuerpo muy similar a la de la Carta Blanca de aquel entonces, y se caracterizaba por su etiqueta blanca con la imagen del Emperador Azteca Cuauhtémoc así como su nombre en letras mayúsculas, en rojo y dorado, los colores típicos de las marcas insignia de Cervecería Cuauhtémoc en aquellos años donde la vida era más relajada.

La sencilla corcholata de Cerveza Monterrey

La cerveza Monterrey duró varias décadas a la venta (por ahí en la red se pueden encontrar anuncios y etiquetas de los 50’s y 60’s), pero al parecer para la década de los setentas, desapareció de los anaqueles sin dejar mucho rastro de su existencia, quizás como parte de la reorganización del portafolio de marcas de esta empresa que nació en 1890 de la visión de los empresarios Don Isaac Garza, José Calderón, José A. Muguerza, Francisco G. Sada, y Joseph M. Schnaider.

Esta botella cerrada de Cerveza Monterrey que tenemos en TheBeerDaily, data de la segunda mitad de la década de los sesentas y aunque su etiqueta ya muestra señales del inexorable paso del tiempo (lo blanco de la etiqueta se ha convertido en un amarillo tímido)  aún está bien conservada, y es una de las rarezas de nuestra colección de botellas y latas de cervezas mexicanas del pasado.

En fin, ojalá y algún día veamos el renacimiento de la cerveza que llevó el nombre de la ciudad donde nació Cervecería Cuauhtémoc, sin duda muchos Regiomontanos la tendrían en sus hieleras y refrigeradores.

¡Salud por los Regiomontanos!

TBD Staff

fotos ©Carlos Leal Jiménez

Una Yucateca que ya se fue: Carta Clara

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Con una cultura muy particular, Yucatán es un mundo aparte, y eso se demuestra en su comida y bebida. Esta hermosa tierra peninsular le ha dado a México y al mundo joyas gastronómicas, tanto que en años recientes ha llevado a varios top chefs mundiales a conocer de cerca esta cultura con rica herencia maya buscando aplicarla en sus creaciones culinarias. ¿Y es que cómo no reconocerles platillos tan únicos y sabrosos como el relleno negro, la sopa de lima o los papatzules, por ejemplo? Y como comida tan rica siempre va ligada a buena cerveza, Yucatán también ha sido tierra cervecera desde hace muchísimos años, con productos nacidos y producidos en la península, que poco a poco fueron ganando seguidores en otras partes del México, como la cerveza Montejo.

La botella de litro de Carta Clara que tenemos en la colección de TheBeerDaily.com

La botella de litro de Carta Clara que tenemos en la colección de TheBeerDaily.com

Pero hoy les platicaremos un poco sobre una desaparecida cerveza yucateca, se trata de “Carta Clara”, producto que nació en aquellos rumbos a inicios del siglo XX, y que fue producida por Cervecería Yucateca, S.A. ,empresa fundada en Mérida por el Sr. José Ma. Ponce en 1886 y que además produciría la cerveza “León Negra” (luego su nombre mutaría a “Cerveza Negra León” y después a simplemente “Cerveza León”).

La Carta Clara era una cerveza ligerita estilo Pilsen, y fue una de las cartas fuertes de esta cervecería, alcanzando buenos niveles de popularidad y ventas en las décadas de los 40´s, 50´s y 60’s. La Carta Clara era particularmente apreciada por los turistas extranjeros ya que tenía fuerte presencia en centros turísticos de la península tales como en Chichén Itzá, donde se servía en los restaurantes aledaños a la zona arqueológica. Además, durante el apogeo de esta cerveza, el estadio de baseball donde jugaban los Leones de Yucatán (el equipo se llama así en honor a la cerveza oscura de Cervecería Yucateca, quienes eran propietarios del equipo) se llamaba “Parque Carta Clara”.

Aún llena y en buenas condiciones esta Carta Clara de nuestra colección

Aún llena y en buenas condiciones esta Carta Clara de nuestra colección

Aunque en la colección de TheBeerDaily.com contamos con una botella llena de Carta Clara en su versión “caguama”  (que data de principios de los setentas), esta cerveza yucateca fue más popular en su tradicional envase “chaparrito” que era más ancho y bajito que las botellas típicas de la época, por lo cual uno de los slogans publicitarios más recordados de Carta Clara era “la chaparrita que a todos conquista”.

Y como en esta vida nada es eterno incluso para muchos productos en el ámbito cervecero que desaparecen al cambiar generaciones, Carta Clara fue dejando de ser la favorita del bebedor de cerveza yucateco, que ante la llegada de Cerveza Montejo en la década de los sesenta fue cambiándola por esta última, relegándola a ciertos centros de consumo sólamente. Para mediados de la década de los setenta, Cervecería Yucateca decide cesar la producción de esta cerveza, para dedicarle todos sus esfuerzos a la Montejo y a la León. Años después, esta empresa yucateca sería adquirida por Grupo Modelo, impulsando ésta sus marcas como Corona y Victoria, matando toda esperanza de volver a ver la Carta Clara de nuevo en los anaqueles.

Al día de hoy, aunque las marcas Montejo y León permanecen en el mercado -ahora son marcas que Modelo distribuye en todo México-, ya no se producen en Mérida, ya que Modelo se llevó toda la producción a su planta de Tuxtepec, Oaxaca, cerrando definitivamente en el año 2002 las instalaciones de la Cervecería Yucateca; tiempo después estas serían demolidas para erigir ahí un centro comercial (irónico que en ese centro comercial haya ahora un súpermercado que vende productos de la competencia de Modelo).

En fin, esperemos que esta breve artículo sobre la yucateca Carta Clara les haya gustado y si tienen más información sobre esta extinta cerveza mexicana, pueden contactarnos a thebeerdaily@gmail.com

¡Salud!
TBD

fotos ©Carlos Leal Jiménez

La cerveza que llevó el nombre del estado grande: ¡Chihuahua!

cervezachihuahua_TBD_4¿Sabían que hace muuuucho tiempo existió en México una cerveza que llevaba el nombre del estado más grande el país? ¿no? pues ahora, leyendo este blog cervecero ya saben que efectivamente, una cerveza fue bautizada en honor a uno de los estados del norte de México, que se caracteriza por su gente franca y trabajadora (y que dicho sea de paso, es buen consumidor de esta deliciosa bebida llamada cerveza).

cervezachihuahua_TBD_3La cerveza Chihuahua fue producida por la Compañía Cervecera de Chihuahua, empresa que hacía también las cervezas “Austriaca”, Cruz Blanca” y “Listón Azul”, esto, por varias décadas del siglo XX, incluso después de ser adquirida esta empresa cervecera por Cervecería Cuauhtémoc, la cual después de unos años de la compra, descontinuó esta cerveza de su portafolio de marcas nacionales, para dejarla solo como un producto de exportación, principalmente a varias regiones de Estados Unidos con una imagen totalmente diferente, más en la tónica de las cervezas tipo Corona o Sol.

cervezachihuahua_TBD_1Según los pocos registros que existen, esta cerveza Chihuahua (la del mercado mexicano, no la de exportación de la década de los noventa) era una cerveza lager, rubia, muy del estilo de la Carta Blanca (como muchas de su época) de baja graduación alcohólica y cuerpo ligero, ideada para ser una bebida refrescante, muy adecuada los climas calurosos del estado de Chihuahua.

Esta cerveza Chihuahua de las fotos es parte de nuestra colección, y data de la década de los setentas, ya cuando era propiedad de Cervecería Cuauhtémoc; de hecho en la botella de 325ml viene grabada la frase “Cerveza Cuauhtémoc”, lo cual nos llama la atención,  debido a que ese nombre de producto dejó de usarlo la cervecería de Monterrey desde mucho tiempo atrás, quizás solo usaban un viejo molde para hacer las botellas de esta cerveza. La imagen gráfica de la cerveza Chihuahua fue cambiando con le paso de los años, sobre todo ya para la segunda mitad de los setentas, con logos más cuadrados y aburridos, a diferencia de la imagen original de esta cerveza la cual era más elaborada; lo que si permaneció en esta imagen de la cerveza, fue el escudo de armas del estado de Chihuahua, el cual se aprecia en la esquina inferior derecha de la etiqueta.

cervezachihuahua_TBD_2En fin, esperamos con este artículo haber contribuido para evitar que la gente  olvide de que alguna vez existió la cerveza Chihuahua, hecha en Chihuahua y vendida en Chihuahua, el estado grande , ¡sí señor!

¡Salud!
The Beer Daily Dudes

fotografías ©Carlos Leal Jiménez

Así lucía la Carta Blanca hace muchos, muchos años

cartablanca_vint_TBD_3Hoy regresamos a la sección de “Historia cervecera mexicana”, presentándoles una cerveza que nació en 1890 y que continúa vigente hasta estos días, se trata de Carta Blanca, una marca muy querida por los Regiomontanos (habitantes de Monterrey) que para muchos viene siendo algo así como la insignia cervecera no oficial de esta ciudad del norte de México.

Y a diferencia de otras cervezas de esta sección (“Historia cervecera mexicana”) , esta marca no ha desaparecido, aunque haya tenido sus altas y bajas a través de más de un siglo de existencia (hace décadas Carta Blanca tenía distribución nacional mientras que ahora su venta fuerte se concentra principalmente en Monterrey y otras ciudades del norte de México), pero la ponemos acá en una presentación bastante particular, ya que es la botella con la imagen original de esta cerveza de Monterrey, la cual como es lógico ha sufrido modificaciones en su etiqueta a través de las décadas vividas.

cartablanca_vint_TBD_2Y aunque esta botella de nuestra colección privada trae la imagen original de 1890, en realidad es un re-issue de 1990, año en que Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma cumplió 100 años y por tal motivo decidieron lanzar una edición conmemorativa de Carta Blanca en su envase cristalino (por ahí desde los años 50’s usan botella ámbar) y su peculiar etiqueta con tonos verdes, rojos  y cremas. Debido a su buena aceptación, años después, por ahí en la primer década de los 2000’s esta Carta Blanca conmemorativa volvió a ser puesta a la venta por tiempo limitado para ya no volver, al menos hasta ahora (y la verdad no sería mala idea que Carta Blanca volviera a lanzar algo así).

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En fin, acá les dejamos estas imágenes, ojalá y les gusten.

¡Salud!
The Beer Daily Dudes

fotografías ©Carlos Leal Jiménez

¡Oit! ¡la mezcla que vino del mar!

El legendario clamato.

Olvidémonos un momento de marcas, etiquetas internacionales, pubs, cervezas con granos de café, toronja o hasta cervezas sabor fresa, concentrémonos ahora en los maravillosos Clamatos, cuyo origen desconozco pero se rumora que nacieron entre Mexicali y el Sur del estado de California.

A través del tiempo, me he topado con varias mezclas de bebidas con cerveza, unas agradables, otras no tanto y algunas más bastante exóticas y nada antojables. En lo personal, la que más me agrada es el clasiquísimo Clamato con cheve. Ni la michelada, ni la chelada, ni otros derivados de estas mezclas me agradan tanto. Sobre todo, los sábados o domingos por la mañana, supongo que saben a lo que me refiero…

Un clamato y la mano de Silvia.

Nada tan agradable después de una noche intensa o simplemente para complementar el calorcito del medio día a solas o con los cuates, que una buena chelita con todos los componentes que conforman esta deliciosa preparación (cerveza, jugo de tomate con almeja, sal, limón, pimienta, salsa inglesa, el mítico jugo Magii, entre otros ingredientes); tiene la cualidad y la magia de levantarle el ánimo a cualquiera, además, saborear ese primer trago es… ¡Ufff!, de esas pequeñas cosas que tanto se disfrutan en la vida.

Vista desde el auto, del Servicar de Los Pelones.

En Aguascalientes les llaman ‘Gringas’ (no confundir con el taco regiomontano hecho con trompo, aunque no estaría nada mal pedir ‘una gringa y una gringa, joven’), en Torreón los conocen como ‘Clamacheves’ y un amigo del buen Pepe Chuy, dice que en la Plaza de Toros del DF les llaman ‘Chelatos’. La cuestión aquí es que todos llevan jugo de tomate con almeja y cheve, como ingredientes principales, y los más deliciosos que he probado son los de El Pit-Sin, en Fresnillo, Zacatecas y los de Los Pelones, en la pintoresca y peculiar colonia Independencia de Monterrey, Nuevo León, acá en México, donde los llaman simplemente ‘Clamatos’; ¡Ah! y bueno, los de mi amigo Gochi, pero es más probable que puedan probar los dos anteriores, si son más micheleros, les recomiendo las Micheladas de Mariscos El Rocky, en la ciudad de Zacatecas, bastante buenas y eso que no me inclino tanto por las micheladas… Pero bueno, no nos desviemos del tema, en Centrito, allá en San Pedro, existe un sitio más pop llamado La Clamatería, para toda la gente pop de la zona que quiera disfrutar una de sus tantas opciones con clamato; ahí no los he probado, así que no me hago responsable de los resultados.

Un auténtico clamato de Los Pelones, con camarones vivos.

No se a ustedes, pero en lo personal ¡No me salen! Años intentándolo y por más que le he movido, ¡Nada! Nunca llego al toque de otros lugares, creo que cada quien le pone ese ingrediente especial que los diferencía, como los camarones vivos de Los Pelones, según mi amiga Dee.

Para la cruz, para la plática, para el calor o por el simple hecho de disfrutarlo, un buen clamato nunca le cae mal a nadie (salvo a aquellos que tengan alergia a los productos marinos o definitivamente no les guste consumirlos). También los considero bastante efectivos si es que se quiere tomar tranqui, porque llevan una cantidad moderada de cerveza, que ya mezclada con todo el menjurje, es mínima.

Con un litro ya estás bien servido, por lo que hasta podría considerarlo hasta como alimento… ¡Mentir! Haha, una cosa es la beberecua y otra comer, así que por favor, aliméntense bien y acompañen un delicioso clamato con los platillos adecuados, con mariscos por ejemplo (Si fueran yo, lo acompañarían con ceviche… ¡Uff!) o los incluirían en su repertorio de bebidas en una tarde/noche de carne asada, como mis amigos regios y fresnillenses.

Si se sienten exóticos de repente, apliquen la de el Green del DF, el que está en la colonia Nápoles, porque ahí si piden un clamato, es necesario pedir también un deliciosísimo Tory Roll, un rollo de sushi exclusivo del lugar preparado con pollo,camarón, chiles toreados y queso manchego, un gran invento del hombre mexicano, bastante bueno.

¡Caramba, carambita, carambola! De tanto escribir y pensar en esto, ya se me antojó… Habrá que hacer algo al respecto.  Mientras tanto ustedes no se olviden de mi y preparen unos clamatillos el fin de semana; o si viven en Monterrey o Fresnillo, vayan a los lugares que les mencioné, una verdadera delicia. Y si están disfrutando de estas maravillas y se acuerdan de mi, el viejo y sucio Playmo, pues invitan, no sean mala onda.

PD. Si tienen alguna receta básica de preparación de clamatos, con algún ingrediente especial o poco convencional, no duden en hacérnosla llegar a nuestra página de Facebook o por Twitter, con gusto haremos esas mezclas a ver qué tal.

– Herr Playmo von Freuschland

@capitanudillos

Las posadas, la comida y la cerveza

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Hoy les presentamos en TheBeerDaily.com una colaboración de nuestros amigos de la Cámara Nacional de la Industria de la Cerveza y la Malta (CANICERM), sobre el tema de la comida mexicana típica de estas fechas decembrinas y su relación con la cerveza, ¡que lo disfruten!

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En México, las noches del 16 al 24 de diciembre se convierten en momentos de convivencia y armonía. La historia cuenta de una familia que hace más de 2000 años en la ciudad de Belén, acudió a registrarse en aquellos censos multitudinarios a los que convocaba el Imperio Romano. Debió ser un evento que reuniera a millares de personas porque ninguna de las posadas tenía espacio para una sola familia más. La madre, en la última etapa de su embarazo y con dolores de parto, tuvo que dar a luz y colocar al niño en una cuenca de alimento para el ganado.  Lo que sucedió después es parte de una historia ya conocida.

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El delicioso bacalao, consumido por muchísimos mexicanos en estas fechas (y con una cerveza, sabe aún mejor)

Ponche, pozole, tamales, quesadillas, enchiladas, buñuelos y piñatas son parte de un recordatorio que los mexicanos mantenemos sobre este evento y cuya tradición tiene casi 500 años. Las Posadas se han convertido así en un mexicanismo en el que no sólo convergen asombrosamente la cultura prehispánica e ibérica, sino también los valores familiares, amigos, y por supuesto, una buena comida. El recurso gastronómico es sin duda, un elemento esencial dentro de estas festividades, y tanto su preparación como realización requieren de elementos que se integren armónicamente en un mismo cuadro. Este recurso debe incluir sin duda, una bebida que acompañe y complemente adecuadamente los platillos México-navideños, y sin duda la mejor para ello es la cerveza.

Expertos en el tema del maridaje han mencionado que los ingredientes y virtudes que posee la cerveza, la hacen ideal para acompañar la comida mexicana; una cocina atrevida de sabores picantes, que en muchas ocasiones mantiene como eje sazonador al ajo y que incluye alimentos como el chorizo y fuertes condimentos y aromas. Pocas bebidas logran acompañarlos, pero la cerveza lo hace a la perfección.

Los mexicanísimos buñuelos, no pueden faltar en las posadas

Los mexicanísimos buñuelos con azúcar y canela, no pueden faltar en las posadas.

Sin embargo, la cerveza no es una sola bebida, sino un conjunto de ellas con características muy diversas. De ahí sus virtudes en el maridaje, que consiste en encontrar elementos opuestos que se complementen, hallar características similares que se promuevan, y mantener entre los dos un empate. Alimentos que agobien el paladar por ejemplo, casan perfectamente con cervezas de cuerpo ligero y refrescantes. Asimismo, sabores como el chocolate son complementados por cervezas negras con delicados gustos a regaliz y frutos secos.

Lograr una buena asociación en estas fiestas llevará a nuevas y muy agradables experiencias así como a nuevos sabores. Sólo recuerda que el objetivo es la convivencia, la amistad y la armonía. Un consumo moderado y responsable será siempre la condición necesaria para lograrlo.

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Para mayores informes sobre la CANICERM, les recomendamos visitar su sitio web: canicerm.org.mx