Serpientes venenosas y cerveza fría, todo en la misma historia

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Los australianos tienen fama de ser bastante rudos y buenos para beber cerveza, y para muestra ahí tenemos al Rugby. Y es que el vivir en un país en el cual mucho de su territorio es medio inhóspito y además contar con una enorme cantidad de flora y fauna  bastante peligrosa (ese país tiene el mayor número de especies de serpientes venenosas  del mundo, además de un gran número de arácnidos que si te pican es muy probable que no te vaya nada bien) ha hecho que sus habitantes se hayan adaptado al entorno de maneras, digamos que peculiares (sí, el personaje de Cocodrilo Dundee tiene bastante de lógica).

Pues bien, resulta que hace unos días, un hombre del poblado de Yeppoon en Central Queensland, estaba trabajando en el jardín de su casa cuando tuvo un encuentro no muy grato con una serpiente, siendo mordido en el dedo por el animal; y para su mala fortuna, esta serpiente no era cualquiera, sino la del tipo “Eastern Brown” la cual es la más venenosa de todo Australia y la segunda más venenosa de todo el planeta. ¿Y que hizo este australiano de 54 años llamado Rod Sommerville? Bueno, además de darle un palazo en la cabeza a la serpiente “para que dejara de estar molestando” (así lo dijo), tomó las cosas con calma, llamó a una ambulancia, y de paso fue al refrigerador por una cerveza helada “para matar el tiempo mientras llegaban por mi”, eso sí, de manera muy callada, ya que según sus declaraciones a la prensa, no quiso despertar a su hijo adolescente que se encontraba tomando una siesta en la sala de su casa.

El "Valiente Rod": casual, después de beberse una cerveza y ser mordido por la serpiente más venenosa de Australia.

El “Valiente Rod”: casual, después de beberse una cerveza fría..ah y de ser mordido por la serpiente más venenosa de todo Australia.

Según Sommerville, agarró con mucha filosofía la situación, “porque el acelerarse en estos casos, solo empeora las cosas”. En entrevista al diario Rockhampton Morning Bulletin, este calmado pero valiente hombre dijo: “Me dije a mí mismo, si voy a morir,  entonces voy a beberme una cerveza, así que tomé una Goldie (como cariñosamente le llaman a la Australian Gold XXXX) del refrigerador y la disfruté con gusto, sobre todo sabiendo que quizás fuera esta mi última cerveza.”

Sommerville fue llevado al hospital local, donde fue tratado por esta mordedura con múltiples inyecciones de suero antiviperino, el cual para su mala fortuna, le causó otra reacción, por lo cual tuvo que estar cuatro días en terapia intensiva. Según médicos del hospital el Valiente Rod (así le llamaremos de cariño) tuvo suerte de contar esta historia, y en gran medida porque supo manejar el momento, viendo su mala fortuna de una manera más positiva. Y aunque este Aussie estará en observación en el hospital durante unas semanas más, al menos ya la libró por el momento.
Desde acá brindamos por el Valiente Rod, esperando que pronto se recupere al 100% y pueda seguir bebiendo sus Goldies.

Cheers!
TBD Staff

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