En estos tiempos de calor y también en los de frío, ¿A quién no se le antoja una cerveza? Sobre todo para el calor, una heladita, a veces con limón y sal, otras con botana o hasta con un platillo bien elaborado. Cualquier día, en cualquier parte del planeta tierra, es el momento ideal para pedir una cerveza.
En muchos países, incluyéndonos, la cerveza se acostumbra bien helada, por eso en México les decimos Elodias o Heladias; ‘Unas Chelas bien Elodias’, diría mi padre, quien no toma cerveza por lo menos desde hace 19 años (cofcof contrario a su hijo favorito coooof).
Pero, ¿Qué tal en la antigua Alemania?; donde solía tomarse al tiempo, no tan caliente porque el clima suele ser… no tan caluroso en aquel país, la mayor parte del año. O en Inglaterra, ahora de moda por los Olímpicos, donde en varios pubs tradicionales aun se acostumbra beberla tibia, no tan fría pues, o por lo menos tomándose el tiempo ‘pa’ que se le quite lo frío edá’; vaya, mareándola, como decimos aquí.
Comprendo que las ciudades europeas son más frías que las texanas o el mismísimo Acapulco, pero ¿A quién se le antoja una cheve azorrillada? (Como diría mi compadre el Goyo).
Por lo regular una cerveza se disfruta fría, pero nadie podría decirle a Robert Smith o a Lukas Podolski que no se tomen la cerveza tibia… y ellos, o cualquier británico o alemán en este caso, nunca nos preguntarían ‘¿Bien muerta o al tiempo, chato?’, asumiendo sus propias costumbres; así como tal vez nosotros se las daríamos recién salidita de la hielera (suponiendo que esté llena de hielos), sin preguntar. Costumbres son costumbres así que cuidado, porque podrían tomarse una cerveza con ese saborcito raro, por no decir desagradable, si es que así suele tomarla nuestro acompañante.
Si nos remontamos a la historia de la cerveza, podríamos decir que eso de tomarla bien fría es una ‘modita’ de hace poco más de un siglo tal vez, pues el refrigerador se inventó mucho después que los barriles de cerveza.
Pero ¿Quién decide si se toma fría o al tiempo? La Altísima Sociedad de Cerveceros Internacionales, con sede en Fresnillo, Zacatecas… Bueno no, eso realmente no existe, pero sí un stadard en cuanto por el estilo de cada cerveza o el gusto de quien la beberá. Por ejemplo, generalizando un poco, sin tomar en cuenta tiempos de conservación o los variados estilos de cerveza que hay, la temperatura adecuada para una cerveza clara al momento de servirla sería entre los 4 y 8ºC, mientras que una cerveza obscura sería recomendable tomarla entre los 9 y 12ºC, osea no taaaaan fría.
Mientras que los refris en los depósitos dicen a veces -7ºC para cualquier cerveza que puedan contener, los de los supermercados dicen 2 ó 3.
En temperaturas muy altas o muy bajas, sería difícil poder probar una cerveza, una temperatura extrema las haría intomables. Sin embargo, algunos expertos dicen que una Pale Ale, como la deliciosa Minerva Pale Ale por ejemplo, sería excelente a una temperatura de más de 15 grados (más bien fresca), la mayoría de los mortales la preferimos fría y si el último traguito que queda en el vaso ya no está tan helado, como sea tratamos de disfrutarlo.
¿Entonces cuál es el secreto o la temperatura ideal? Tal vez nunca lo sabremos con exactitud, pero bien podríamos tantear las temperaturas mencionadas para ir descubriendo el verdadero sabor de nuestras cervezas o la frescura perfecta para nosotros mismos al momento de tomarla. Ahora sí que el gusto se rompe en géneros y yo las prefiero bien frías, aunque no tan muertotas porque luego me da hipo.
¡Salud!
– Herr Playmo von Freuschland