En estos tiempos, donde todo es internet, capitalismo, globalización y donde las fronteras culturales y del lenguaje parecen haber desaparecido, estamos a acostumbrados a ver, escuchar y conocer más sobre todos los temas que nos interesan, compartirlos y a veces hasta tomarlos por las buenas (o por las malas), como una buena película, un disco que nos trae recuerdos pero que ya no lo encontramos (por desgracia todos lo hacemos, no digan que no) o algún ‘diseñito padre’, para hacer las invitaciones para una fiesta, mandarle un dibujito a la novia o hasta para colgarlo por ahi en la casa.
Bajo esta búsqueda de reglamentaciones tan universales y casi imposibles de catalogar, por las casi nulas barreras del internet, surgió Creative Commons (CC), una corporación internacional sin fines de lucro, orientada a darle al autor el poder de decidir los límites de uso y explotación de su trabajo en Internet. Ahora sí que uno da permiso de hasta donde se puede usar su chamba, sin que afecte nuestros propios intereses.
No es tan complicado como suena, pero llegando a este renglón se preguntarán muchos de ustedes ‘Y porqué diantres el Playmo está hablando de tanta cosa legal y no de chelas’; ¡Oh, ps’ pérense!, porque resulta que en Copenhagen, allá en las europas del 2004, un colectivo de artistas visuales llamado Superflex, tuvo la maravillosa idea de hacer una receta de cerveza, publicarla bajo el manifiesto de CC y, entre otras razones, romper más fronteras industriales, políticas y sociológicas, ofreciendo al mundo la ahora popular mezcla llamada Free Beer, que es un juego de palabras en inglés que bien podría significar Cerveza Gratis, pero que en realidad se refiere a la libertad del término, es decir, Cerveza Libre.
Originalmente llamada Vores Øl (Nuestra Cerveza, en danés), ha sido una mezcla básica y tradicional cervecera con un ingrediente especial, ¡Guaraná!, que logra catalogar a esta cerveza como cerveza energetizante, quesque pa’ activarnos…
El punto es, que ellos mismos regalan etiquetas (bueno, el diseño) y la receta original en su página web para que todos podamos hacer nuestra propia Free Beer, bajo la licencia respectiva de CC, dentro de la cual se manifiesta el hecho de que todo aquel que haga uso de esta receta básica tiene que poner la etiqueta de Free Beer y publicar de alguna u otra manera la receta, ya sea fiel a la de Superflex o con alguna modificación, así esta cerveza se va extendiendo a lo largo y ancho del mundo, donde tal vez en Alemania le pondrían algunos ingredientes para preparar pretzels y aquí en México, probablemente, chile o xocolatl.
Eso es lo que hace libre a esta cerveza, porque da la libertad de hacer lo que nos venga en gana, siempre respetando la parte básica, como los Munnies y Dunnies de Kid Robot, esos juguetes que se pueden personalizar o que ya vienen diseñados por otros artistas, nada más que esto pues, te pone más alegre, con los 6º con los que empieza la receta básica.
Esta es la Cerveza Libre, logrando lo que ninguna otra bebida o brebaje ha hecho en la historia, generar un movimiento internacional involucrando a cientos o miles de personas con un mismo fin, disfrutar la cerveza.
Visiten su página lml, ahi podrán encontrar recetas destacadas, elegidas por los mismísimos Superflex, fotos que les envían las personas al rededor del mundo que ya han hecho sus mezclas e información más detallada del proyecto.
Ya si alguno de ustedes se anima a hacer la receta, a modo de agradecimiento, mándenles una fotillo de su obra para colaborar con el proyecto y, si no es mucha molestia, regálenme una para probarla.
¡Salud!
– Herr Playmo von Freuschland