Reinheitsgebot, la ley de pureza alemana

ReinheitsgebotTBD

¿Sabían ustedes que en Alemania hay una ley de pureza en torno a la cerveza que se produce en algunas regiones de ese país?  Pues sí existe, y se llama Reinheitsgebot y también se le conoce como la ley de pureza 1516, esto por haber sido proclamada en ese año (1516), por el Duque Wilhelm IV en el poblado de Ingolstadt.

Este es el decreto original de 1516

Este es el decreto original de 1516

Esta “ley” proclama que las cervezas hechas en la región de Bavaria (en 1516 esta región era un reino independiente de Alemania) no deben de contener ingredientes adicionales a los cuatro básicos que son agua, malta, levadura  y lúpulo, es decir, la cerveza que se adhiera a este Reinheitsgebot no debe de tener ningún otro ingrediente adjunto en su fórmula. Con el paso del tiempo, y ante la unificación Alemana (hablamos de la antigua donde varios reinos y regiones se unieron, no confundir con la generada por la de la caída del Muro de Berlín en 1989) la Reinheitsgebot fue poco a poco siendo adoptada si no como ley, si como buena práctica de calidad por cerveceros de otras regiones de Alemania, siendo esta ley de pureza parte de la legislación alemana hasta el año de 1987, convirtiéndose en la regulación de la calidad de alimentos más antigua del mundo.

Un sello postal de 1983 conmemorando el Reinheitsgebot

Un sello postal alemán de 1983 conmemorando el Reinheitsgebot

Sin embargo, al ser Alemania un miembro de la Unión Europea (UE), se vio obligada por una decisión judicial a cambiar la ley para permitir el libre comercio de mercancías en la UE (Cerveceros no alemanes no veían el Reinheitsgebot como una forma de proteccionismo para cervecerías alemanas) lo que modificó la rigidez de esta ley. A partir de 1993, una nueva ley de cerveza alemana más relajada, ha estado en vigor, aunque la Reinheitsgebot sigue vigente como práctica por muchas cerveceras alemanas, que lo utilizan incluso como una herramienta de mercadotecnia. De hecho, cerveceras de otras partes del mundo (sobre todo en la categoría artesanal), usan esa práctica de pureza y la promueven en su publicidad, mandando el mensaje al consumidor de sus productos son de calidad superior al de muchas grandes cervecerías.

Y aunque como mencionamos anteriormente, muchas cervecerías alemanas se apegan al Reinheitsgebot, éstas no están obligadas a adherirse a este protocolo para las cervezas que exportan a otras partes del mundo. Es decir, una marca que se elabora para el mercado alemán es producida de acuerdo a la ley de pureza, mientras que la misma marca para un mercado como el estadounidense no necesariamente usa la misma fórmula, añadiendo otros ingredientes a su mezcla, esto ya sea por razones de paladar en el mercado objetivo o bien para darle más vida de anaquel a su producto, por ello muchas veces hay grandes variaciones en el sabor de una misma marca, cuando consumida en Alemania que cuando se bebe en otros países.
Interesante esto del Reinheitsgebot, ¿no?

Prost!
The Beer Daily Dudes