Esta cerveza me la encontré en un supermercado local y al recogí porque su etiqueta realmente me llamó la atención, su diseño y especialmente su color morado, muy diferente de lo que hay usualmente en los refrigeradores comunes, más no sabía de lo que se trataba o a quien iba dirigida esta peculiar cerveza Purple Hand, su etiqueta es muy distante de lo que estamos acostumbrados a ver en cervezas mexicanas.
Al leer el texto de la etiqueta me di cuenta que es una cerveza eminentmente gay; ¡Orgullosamente gay! Que interesante probar algo gay, sin serlo.
El caso es que es una mezcla Honey Ale, con la característica amargura de las cervezas de este tipo. Su cuerpo es medio y tiene un aftertaste a miel de abeja que no está nada mal, con espuma moderada y, como su fabricante argumenta, “discreta, floral y cítrica”.
Pero ¿Qué es lo que la hace a una cerveza gay o buga? ¿Los obreros de la planta? ¿Su levadura? ¿El diseño de la etiqueta? No lo se, la verdad; pero es una buena cerveza y cualquiera la puede tomar, así como cualquiera puede tomar otras marcas de cerveza ‘para hombres’ (exactamente las mismas que son para mujeres). Así como para ‘ellos’, la marca o etiqueta nunca ha sido un impedimento tampoco para disfrutar de una cerveza, para nadie debe ser impedimento probar ‘algo diferente’, por lo menos en el contenido de una botella de cerveza.
No importan los gustos ni las preferencias, tomar cerveza es de seres humanos.
¡Salud… cerveza y amor!
>>Colaboración de MAF
Beer Team