
Triste noticia para el ámbito cervecero llegó hace días desde San Francisco, California: Anchor Brewing, que fuera la primera y más antigua cervecería artesanal de EE. UU., operando en San Francisco desde 1896, famosa por su Steam Beer (acá pueden leer sobre ella) anunció el miércoles que pondría fin a sus operaciones después de tener problemas financieros severos, esto como resultado de un mercado cada vez más competitivo, temas relacionados a la inflación y una fuerte disminución de las ventas en su portafolio.
Considerado el pionero en la cultura cervecera artesanal en Estados Unidos , la noticia cayó como balde de agua fría en la comunidad cervecera, por la señal que envía al mercado y a muchos de sus jugadores más pequeños, no solo en Estados Unidos sino a nivel mundial. Y es que el declive de Anchor representa los desafíos económicos más amplios que enfrentan los productores y distribuidores de cerveza artesanal en los años transcurridos desde la pandemia, cuando los hábitos de los consumidores cambiaron (los más jóvenes ya no les llama mucho la atención la cerveza) y las ventas han sufrido en toda la industria, lo que ha llevado a que los principales distribuidores de cerveza adquieran cervecerías más pequeñas, cambien su marca o cesen por completo.
Y es que si hay una cervecería que es querida y respetada por muchos, es Anchor, que literal, ha sobrevivido terremotos, incendios , la prohibición y otras crisis económicas; en los 60s estuvo a punto de quebrar, siendo entonces rescatada por Fritz Maytag siendo en los años siguientes que su popularidad retomó fuerza, con nuevas cervezas creadas para fechas especiales, como su edición navideña. Y aunque durante pandemia, esta marca renovó su identidad de marca, buscando atraer a un nuevo segmento de consumidores, sus ventas ya no rebotaron como se esperaba, trayendo así una serie de problemas financieros de los que ya no pudo salir (recordatorio de que no todo se resuelve con branding, señores de marketing)

