Comer y beber sabroso en Monterrey: El Tinieblo

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Esta ocasión les platicaremos de un sabroso y ecléctico restaurante/cantina ubicado en Monterrey que tuvimos el gusto de conocer hace unos días, se trata de Mezcalería El Tinieblo, ubicada en una de las céntricas zonas de la Sultana del Norte, la Calzada Madero, casi llegando a Félix U. Gómez.

La barra de El Tinieblo, bien surtida

La barra de El Tinieblo, bien surtida

Ubicado en la esquina de Madero y J.G.Leal, este restaurante es relativamente nuevo en la creciente escena gastronómica Regiomontana, y aunque en un principio la ubicación de éste te hace un poco de ruido -el Tinieblo no está una zona que digamos trendy– la verdad es que al entrar al lugar, algo te dice que estás en un lugar perfecto para comer sabroso y beber igual de rico. De entrada, al abrir la puerta, un ligero pero delicioso aroma a ahumado te da la bienvenida (producto de su cocina), lo cual pone en guardia a tus papilas gustativas.

Además, la decoración ecléctica del lugar le va ideal al nombre de este restaurante; así, te encuentras con que cada mesa tiene diferentes tipos de sillas, algunas bastante antiguas, otras no tanto, pero cada una con su propia personalidad (como por ejemplo las viejas sillas de lámina con la imagen del desaparecido refresco “Spur Cola”), que mezclan bien con la decoración del techo y su iluminación a “medio dormir”.

Una 7 Barrios Blonde y una Tempus Dorada, dos de las cervezas que disfrutamos en este lugar.

Una 7 Barrios Blonde y una Tempus Dorada, dos de las cervezas que disfrutamos en este lugar.

Y aunque por obvias razones la bebida de casa es el mezcal (Tinieblo es una muy buena marca de esa bebida) esta ocasión nos inclinamos por pedir algunas cervezas para abrir boca (cuando hagamos TheMezcalDaily.com ahí si les traemos reseñas de esa bebida ), sugiriéndonos nuestra amable mesera que probáramos algunas artesanales mexicanas que ahí sirven, entre las que destacan las de la casa Cucapá, Minerva y Tempus. Ante la insistencia (not) degustamos unas Coloniales de Minerva, algunas otras de Tempus, así como unas Tripel de Calavera y para cerrar unas Blonde de la potosina Siete Barrios (no se asusten por la cantidad, fuimos varios los que comimos en el Tinieblo), resultando muy buenas compañeras para nuestros alimentos.

Los frijoles Tinieblo, deliciosa mezcla con chicharrón y queso fresco.

Los frijoles Tinieblo, deliciosa mezcla con chicharrón y queso fresco.

Y es que en el tema de la cocina de El Tinieblo, ésta es otro asunto, su sazón es simplemente delicioso, desde las botanas hasta el postre, se nota que en este lugar le ponen mucho cariño a lo que hacen. De entrada, pedimos un queso Tinieblo de Rancho asado, que es un queso estilo panela a las brasas servido sobre una cama de nopales, cebolla y tomate. Para acompañar este queso, nuestra mesera nos sugirió unos frijoles  Tinieblo, que son frijoles negros servidos con chicharrón de res y queso fresco; ambos platillos venían servidos con sendas tortillas de maíz y harina, estas últimas de esas que entran en la categoría “motherless”.

El Sirloin Tinieblo, una delicia.

El Sirloin Tinieblo, una delicia.

De plato fuerte nos devoramos un Sirloin Tinieblo (sí, acá a caso todo le ponen su apellido) el cual es una joyita, no tanto por la calidad de la carne en si (la cual es muy buena, dicho sea de paso), sino por la manera como lo preparan, con una cubierta oscura a base de especias y otros ingredientes como manzanilla, el cual le da un sabor difícil de describir, pero delicioso al paladar, simplemente espectacular. El corte lo acompañan con vegetales  al vapor y papas cambray con una salsa semi picosa que les da un sabor también bastante especial, si van, no dejen de probarlo.  Ya de postre nos echamos un pan de elote con miel de agave que nos resultó bastante bueno, considerando que lo nuestro no son los postres; acá confirmamos que un plato sencillo pero bien hecho, lo lleva a otras alturas. Además, el nivel de servicio de este lugar es muy bueno y eso por supuesto hace que te siente mejor la comida y bebida.

En conclusión, si te gusta comer y beber bien y si estás en Monterrey, el Tinieblo es un lugar que no puedes dejar pasar por alto, date una escapada pronto por esos rumbos de la Calzada Madero y déjate consentir por los sabores de este lugar, créenos, no te arrepentirás. El Tinieblo está ubicado en Calzada Madero #1697 en el Centro de Monterrey, su teléfono es el (81) 83721651, acá puedes checar su fanpage en Facebook.

¡Salud!
The Beer Daily Dudes

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El ‘Pub’ del Sierra Madre Brewing Co.

Sendas jarras de "Fraile" y "Obispado", fueron las que degustamos en nuestra visita.

El viernes pasado, para cerrar bien la semana, y con el calor que se sintió ese día en Monterrey,  varios staffers de The Beer Daily nos dirigimos a comer a uno de los “Pubs” del Sierra Madre Brewing Co. (SMBC) para probar  las cervezas creadas y producidas por esta cadena regiomontana.

El lugar es agradable, pero no esperes el ambiente típico de un "pub"

Una vez decididos a visitar el SMBC para comer y brindar sabroso, nos dirigimos a uno de sus llamados “Pubs” que tiene en Monterrey, optando por visitar el que está ubicado en el mall Paseo San Pedro. Al llegar el lugar estaba semivacío -pero conforme pasó el tiempo se fue llenando-, lo cual nos hizo elegir buena mesa, esperando que al haber poca gente el servicio sería bastante bueno. El lugar, de “Pub” tiene muy poco, si nos apegamos a los estándares de los “Public houses”, sino que es más bien un elemento de mercadotecnia para diferenciar a esta versión más pequeña de los restaurantes del SMBC, así que no esperes sentirte con ambiente de una típica taberna británica.  N la decoración, ni su iluminación y mucho menos el tipo de comida que ofrece este lugar le hace justicia al término.

Esta ocasión decidimos pedir jarras de cerveza en dos de sus variedades: “Fraile” y “Obispado” (los nombres de las cervezas del SMBC son en honor a cerros de la Sierra Madre Oriental). La “Fraile” es una cerveza tipo Porter que es bastante buena, con un sabroso sabor “achocolatado” y cuerpo no tan “heavy”; los que gusten de este tipo de cervezas, no les decepcionará, se nota que el maestro cervecero del SMBC puso buen empeño en producir esta Porter.  Además, probamos la “Obispado”, que es la cerveza tipo Kolsch de esta marca y también es bastante sabrosa, más del tipo refrescante, con un cuerpo ligero y poco aftertaste; una cerveza que es fácil de tomar, pero que no es de esas que son consideradas como ‘agua pintada’. Aunque cabe notar, que acá hay cerevzas en el mercado que fácilmente pudieran susitituir a la “Obispado”, sí es una cerveza que vale la pena pedir, si andas buscando una opción ligerita.

Buenas porciones, buena sazón. No podemos decir lo mismo de su servicio.

Para acompañar las cerevzas, pedimos varios sándwiches, tanto del llamado “Brewers Club’ como del “Pulled Pork”, siendo bastante generosas las porciones, con buen sabor y muy buena presentación. Sin ser comida de “Pub”, al menos estos sándwiches se llevaron bien con nuestras cervezas.  Hasta aquí todo iba bien en este lugar, pero lo que si deja mucho que desear es el servicio al cliente; cerca de 20 minutos para que nos sirvieran nuestras bebidas, y más de 40 para que nos trajeran la comida.  La ausencia de meseros en nuestra mesa fue tan notoria, que incluso nosotros mismos tuvimos que pararnos para tomar aderezos -castup, salsas, etc.- de una mesa que recién se había desocupado, ya que nadie nos atendió…y esto fue el común denominador en las mesas contiguas a nosotros. La verdad, lo bueno de la cerveza ahí producida y su buena sazón en la comida, se borró con ese hecho, una pena considerando tan buenos productos cerveceros que cuenta este lugar.

¿Estaríamos dispuestos a regresar en algún tiempo? quizás sí, por dos razones: su Porter y su Kolsch, sólamente por eso. Ojalá y mejoren el aspecto de servicio, les iría aún mucho mejor y regresaríamos pronto.

Cheers!
TBD Staff

Buena cerveza, buena comida: “La Buena Barra”

De entrada, con nuestras cervezas, en "La Buena Barra" nos sirvieron totopos, con una salsa roja molcajeteada con aguacate y pequeños trozos de queso, bastante buena.

Aprovechando que es mediados de semana, salimos en busca de un nuevo restaurante en el área de San Pedro Garza García -municipio del área metropolitana de Monterrey-  que un buen amigo del Staff de TBD nos había recomendado, se trata del lugar llamado  “La Buena Barra”, de la nueva Plaza Lúa, en las calles de Ricardo Margáin y Río Missouri, en el mero corazón de la colonia Del Valle, lugar que tiene buenos restaurantes, entre los que se encuentra también “La Bodeguita de en Medio”.

Considerado como sus dueños como una “Cantina Contemporánea”, este restaurante sigue la línea que cada vez más se ha popularizado en esta ciudad, que es comida mexicana que mezcla lo habitual con un pequeño twist de ‘sofisticación’, preparado con muy buen sazón, al estilo de los sabores de las viejas cantinas de Monterrey -que reseñaremos en otra ocasión-; además, su decoración va de acuerdo con este concepto gastronómico al mezclar con buen gusto formas y materiales del restaurante clásico regiomontano con la modernidad arquitectónica de nuestros tiempos.

Al ser este un blog dedicado a la cerveza, lo primero que preguntamos fue qué tipo de cervezas manejaban, contestando Antonio, nuestro mesero, de manera cortés que nos recomendaba las de “Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma”, recomendándonos pedir en especial una Indio o bien una Bohemia, acompañada de un caballito de tequila “Tradicional”. Esta ocasión dejamos pasar el tequila, optando por acompañar los alimentos con Dos Equis Lager, Bohemia Clara y por supuesto una nortenísima Carta Blanca, algunas de las cuales acompañamos con una mezcla de Michelada. Las cervezas estaban en su temperatura ideal para nuestros estándares regiomontanos, incluso la Dos Equis venía a punto de hielo, lo cual es algo común para el consumidor de esta norteña y calurosa ciudad.

Para acompañar estas cervecitas, optamos por pedir al centro varias “entradas”: un chicharrón de rib eye con guacamole, una orden de fideo seco, que acá sirven con jocoque y un aceite con chile piquín, así como un queso panela a la parrilla, que se sirve también con chiles piquines rojos tatemados, lo cual le da un sabor bastante bueno a este queso fresco; para estos tres platos, nos sirvieron con tortillas de maíz recién hechas, y una salsa molcajeteada. Los tres platillos estuvieron bastante sabrosos, sin caer pesados, siendo nuestro preferido el queso a la parrilla, por tener una mezcla de sabores bien balanceados, ideales para los tipos de cheve que pedimos. Mención aparte merece el jocoque con aceite y piquín con el que acompañan el fideo seco en este restaurante. Al no traer mucha hambre, decidimos ya no entrarle a los platillos fuertes, máxime que las porciones de estas ‘entradas’ degustadas son generosas, pero sin caer en porciones grotescas, así que tendremos que volver a este lugar a probar algunos otros platillos, que según lo que vimos en el menú y en las mesas contiguas, prometen una buena experiencia al paladar.

Ciertamente este lugar no es para ir todos los días -sus precios no son económicos- pero bien vale la pena darse un gusto de vez en cuando,  sobre todo si alcanzas mesa en su terraza, en una tarde de primavera/verano. En resumen, y sin ser críticos gastronómicos, este lugar nos gustó, por su buena atención, buena sazón en sus platillos y sobre todo por tener la cerveza bien helada, como acá nos gusta tomarla. Si tienes oportunidad, date la vuelta a “La Buena Barra”, creemos que no te va a caer mal tomarte unas cervecitas en este lugar de San Pedro.

¡Salud!

TBD Staff