
Fuller’s Brewery.
Jóvenes ilustres, hoy les voy a contar (o presumir) que la semana pasada visité Wings Army por acá en la sultana del norte, muchos le conocen y los que no, deberían conocerle.

Organic Honey Dew.
Como ya saben tienen una extensa variedad de cervezas de todo el mundo aunque en esta ocasión me encontré con la Organic Honey Dew (en posts anteriores recordarán que la andaba buscando desde hace varias semanas) y decidí a pedir dos, una para mi y otra para Silvia, mi preciosa y adorable acompañante. Le platiqué que tenía un rato buscándola y que me gustaba mucho, me advirtió que si no era de su agrado tendría que beberle yo, lo cual representaría 1 litro de deliciosa Honey Dew para mi solito (dedos cruzados) pero como lo había sospechado desde un principio, le gustó (¡Tin, tin, tin! 100 puntos más).
Estuvimos platicando un rato mientras la bebíamos, cada trago estaba delicioso, tiene un sabor dulce pero fuertesito que no deja a nuestro paladar acostumbrarse o empalagarse, característica bastante buena onda de todas las Fuller’s que he probado.

El orgullo de los londinenses(bueno, algunos): London Pride.
Después de un rato nos terminamos casi a la vez nuestras Honey’s y, como ya andábamos medio británicos (es decir, con ukish mood, no ebrios), pedimos una London Pride. ¡Aaah…! Ese aroma, ese sabor, ese cuerpo tan genial y ese rubio natural (hablo de la London Pride). La servimos en vasos ‘medio Weizen’, termino que deduje burdamente durante de una plática con el buen Chuck. Después del primer trago a Silvia pareció gustarle también (¡Tin, tin, tin! 100 puntos más) y después seguimos hablando, de tener un refri como esos en casa, de música, de soccer (¡Tin, tin, tin!) y de muchas cosas.

La sabrosa London Porter de Fuller’s
La verdad estuvo muy padre compartir esa London Pride con ella pero en algún momento tenía que terminar y para mi sorpresa, al voltear al refri… ¡Aaaah! (coros celestiales), London Porter, también de Fuller’s y como ya ándabamos doblemente británicos pues pedimos un par de esas. Yo no la conocía, ciertamente debo aceptar que no sabía que existía pero, como ya deben saber que me gustan las chocolatosas cafesosas, deben saber que para mi fue una delicia esa etiqueta y se convirtió rápidamente en una de mis porter favoritas, esa la servimos en un vaso ‘medio pilsner’ (sí, también lo deduje burdamente durante esa plática con mi amigo Chuck) y desgraciadamente también llegó a su fin. 😦
Después de esa me acordé de la Past Masters, otra delicia de la casa Fuller’s, pero no estaba y me quedé con las ganas.

Y ya para rematar, unas ricas mazatlecas Pacífico.
Al final rematamos la noche con unas buenas Pacífico, de las normalitas, para que no se atoraran los Boneless tan deliciosos que cenamos y, dicho sea de paso, para no hacerle el feo a la cerveza mexicana.
La platica siguió, las chelitas se fueron terminando poco a poco y fue ahi donde me dieron una grandiosa sorpresa, de esas que te tienen la sonrisa todo el día y toda la noche, pero eso ya es personal y aquí nos dedicamos a hablar de cerveza.
Gracias por leerme de vez en cuando, prometo no desaparecerme tanto.
PS. Les recomiendo cualquier etiqueta de la casa londinense Fuller’s, no se arrepentirán.
¡Beban cerveza!
Tranqui y con medida, pero ¡Beban cerveza, dije!
– Herr Playmo von Freuschland
@capitanudillos
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