They come in Beers!!


Seguramente a todos les ha pasado, que están bebiendo con sus cuates y de repente hay necesidades que los humanos tenemos que cumplir y entonces van a cumplirlas, peeeeero… al regresar, notan que su cheve ha desaparecido.

O de esas veces que se llevan un six a la fiesta y cuando van a abrir la segunda, ¡Sorpresa!, nada más quedan 3.

Para evitar esto, nos encontramos con estos marcadores de Space Invaders para las cheves de todos esos gamers y geeks que habemos por aqui y por allá. Así nos evitamos ponerle nuestro nombre con plumón o con barniz de uñas, como mi mamá a los recipientes que me mandaba en la lonchera, cuando iba al kinder.

Están perrones, ¿No?

Les dejo un link, por si quieren jugar Space Invaders de panadería.

BakedInvaders

¡Salud!

 – Herr Playmo von Freuschland

@capitanudillos


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2012: Cerveza poblana para el “fin del mundo”

La 2012, una cerveza tipo Stout producida en Puebla por la cervecería Maltus

Mucho se ha dicho sobre este año; entre mitos, leyendas, libros, documentales y hasta filmes hollywoodenses, en todo el planeta se habla del 2012 como el año cuando el mundo “acabará” (como también dijeron que pasaría en el 2000 y otro buen de fechas más, los fatalistas deberían de ponerse de acuerdo por fin, pues). Por ello, quizás ya no nos sorprenda que ahora haya en el mercado mexicano una cerveza con este tema, se trata de la 2012, cerveza producida en Puebla por la cervecería artesanal Maltus, la misma casa creadora  de la cervezas “Homero”, “Quimera”, “Valquiria” y otras más.

Esta cerveza 2012 es una cerveza tipo Stout, que según los mismos productores “funde el más puro estilo europeo de las stouts con los toques de cacao y el café de nuestra tierra” y al probarla si se sienten los sabores tostados de estos dos ingredientes mexicanos, aunque no podemos decir que sobresalen entre la mezcla, sin embargo sí le dan un sabor único a la 2012. Al servirla, esta cerveza poblana generó bastante espuma, sin embargo ésta se disipó casi instantáneamente; en materia de cuerpo, la sentimos un poco diluida, al menos para los estándares de las cervezas tipo stout, vaya, si lo que estás esperando es que sea del tipo “cremoso” , esta cerveza no te va a dar esa sensación.

La oscuridad característica de las Stout, en esta 2012.

El aroma de la 2012 es bueno, con una buena mezcla que a nuestro olfato le pareció agradable, no tanto en materia de sabor, ya que aunque de entrada la cerveza sabe bien, al final te deja un after metálico que  a nuestro gusto parece exagerado, haciendo que sólo pudiéramos terminarnos una de estas cervezas, dejando la segunda para otra ocasión; de hecho esperábamos notar más presencia de los tonos a cacao y café, pero no se notan mucho, quizás por eso no nos llenó al 100% su sabor.

En resumen, la 2012 es un producto innovador de Maltus, sobre todo en el sentido de mercadotecnia -con su etiqueta con reminiscencias de la cultura Maya y la frase “La última y nos vamos” en referencia a la profecía del fin del mundo- y eso, a pesar de que te pueda o ni gustar el sabor de su producto, siempre es de aplaudirse, sobre todo en un mercado donde las grandes cervecerías le apuestan casi siempre a lo mismo,digamos que sus áreas de innovación y desarrollo de productos tienen ya bastante telarañas.

Si eres fanático de las Stouts, compra un par de estas 2012, y saca tus propias conclusiones, que a fin de cuenta cada cabeza es un mundo, aunque según uno que otro lorenzo por ahí, este ya se vaya acabar en pocos meses…así que a chelear que el mundo se va acabar.

¡Salud!
Chuck

fotos ©Carlos Leal Jiménez

Es viernes, ¡tiempo de servir más cervezas!

Es viernes, comienza el weekend…¡salud fanáticos de la cerveza!

Mi deliciosa Alhambra

Caminaba determinado por el andén de las cervezas, en busca de algo novedoso e/o impresionante para probar, como sabía muchísimo menos que ahora de cerveza, me guiaba por los envases, cosa que creo que muchos de nosotros hemos hecho, veía quilmes, veía Guinness, Sapporo, Fosters, Amstel y pues, la variedad “standard” de cervezas importadas que encontramos en nuestros proveedores de esta hermosura líquida, llamada por los mortales, cerveza.

No me llamaba mucho la atención lo que veía, hasta que encontré esta botellita verde sin etiqueta. Lager fue lo primero que se me vino a la mente, la levanté y vi que tenía escrito en el frente “Reserva 1925”, me capturó de inmediato su parecido a una botella de vino en tamaño reducido, de inmediato giré la botella para revisar la información en esa horrorosa calcomanía de importación que tienen y vi que provenía de España, me decidí de volada, por que resulta, que estaba a un precio muy accesible y pues, a nadie le cae mal una buena cerveza y además, barata.

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Llegamos a la casa, mi buen amigo Playmo compró, si mal no recuerdo, sus predilectas Sam Adams, no recuerdo la variedad, y yo, mis Miller High Life y ésta pequeña Alhambra, fue grande la sorpresa que me llevé al destaparla, por que me dio un olor repentino a “semillas” (Semillas de calabaza tostadas con sal, también conocidas como pepitas) lo cual se me hizo bastante raro, la pruebo y me topo con su sabor fuerte y exquisito, me encontraba probando mi primer premium lager, que se ha convertido en mi favorita.

Ahora, cada que voy al super y me topo con una de estas, no dudo en llevármela, para acompañar una deliciosa cena o simplemente por el placer de pasar un buen rato relajado al lado de mi bebida favorita, la cerveza.

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No se pierdan la oportunidad de probarla, se las recomiendo bastante, la pueden encontrar en muchas tiendas a un precio muy por debajo de la mayoría de cervezas importadas de su nivel.

Isaac Navejas Morones
@belialisk

fotos ©Carlos Leal Jiménez

Entre balsas y cervezas en el río Rogue

Los Outdoors y la cerveza…interesante combinación, ¿no?

Cuando hablamos de Rogue, a las mentes cerveceras se les ilumina el semblante, ya que seguramente piensan que hablamos de las peculiares cervezas de la marca “Rogue” (varias de las cuales les hemos hablado en este blog), pero pocos saben que Rogue es primariamente un río en el estado de Oregon, de ahí que la cervecería de ese estado tome su nombre.

Pues bien, ahora en Estados Unidos ha surgido una interesante tendencia por mezclar varios temas con la cerveza, siendo uno de ellos el mundo de aventuras al exterior, o los “Outdoors” como coloquialmente se le conoce. Una de las actividades que ha tomado poco a poco fuerza en el país de las barras y las estrellas es hacer tours en balsa por rápidos, los cuales incluyen catas de cerveza. Pero seguro algunos de ustedes se preguntarán “¿cómo es eso? si no puede uno manejar un automóvil bebiendo, mucho menos lidiando con fuertes corrientes en ríos bravos”; la respuesta es simple, no se va bebiendo cuando se está en la balsa, esto sería además de peligroso e irresponsable, una lástima, ya que la cerveza más que beberse se iría derramando en todo el trayecto. No, acá la idea es que el tour que dura 4 días y tres noches, mezcla la aventura del rafting en el día, con catas de cervezas por la noche, las cuales son especialmente creadas por los maestros cerveceros de la Rogue Brewing  para el selecto grupo que paga los casi $1,000 dólares por andar en estos menesteres.

El Paddles & Pints, otro tour en el río Rogue

Pero el tour del Rogue River con las Rogue no es el único, hay otro llamado “Paddles and Pints” (Remos y Pintas) el cual también tiene 4 días de duración y cuenta con la presencia de reconocidos maestros cerveceros como Mark Vickery, quien durante muchos años fue el responsable de las mezclas de la Deschutes Brewery, casa cervecera multipremiada en el mundo. Además de la cata de cervezas, un chef acompaña al grupo para preparar alimentos que van especialmente con los diferentes tipos de cerveza que se preparan ahí, tales como algunas ales de bayas y otras incluso con crema de cacahuate. ¿El precio de esta experiencia? $950 dólares por persona, más los impuestos estatales de Oregon.

Para la gente que le gusta el mundo de las aventuras al aire libre y la buena cerveza, estos tours suenan bien, ¿no creen? Habrá que replicarlos en México, sobre todo con tantos ríos rápidos que tenemos y por supuesto con excelentes maestros cerveceros que han surgido en el país, ojalá que pronto veamos algo así por acá.

¡Salud!
TBD Staff

Oh, London…

Con la bandera inglesa de fondo, esta London Pride de Fuller’s

Yo, como muchos de ustedes, tengo tremenda admiración por la Gran Bretaña, en especial, y por cuestiones personales, por la ciudad de Londres, aunque hay que reconocer también las ciudades de Manchester y Liverpool, que son de gran importancia para muchas personas en nuestro país. No vaya siendo también que el Chicharito o Sir Paul lean esto alguna vez y se me ofendan, con eso de que el mundo de la internet es tan pequeño…

En fin, como les decía, mi admiración hacia esa ciudad, de la legendaria e histórica Inglaterra, viene de muchos años atrás. Me fascina la cultura, la música, la historia, las calles, los castillos, las damiselas (por supuesto), el cine y todas las demás cosas que nos ofrecen, son de mi completo agrado. También lo es esta deliciosa cerveza, orgullo londinense no sólo de nombre, sino por ser la más famosa y aceptada a nivel local y mundial, proveniente de la gran casa cervecera Fuller’s, oriunda de ese país europeo.

Y es que, imagínense nada más… ir a un estadio de futbol y escuchar a los hooligans corear mientras disfrutamos del delicioso y suave sabor de la London Pride en un vasote ‘cawamero’ de esos de los estadios de aquí, con un clima templad y con muchas nubes amenazando con caer sobre todos los espectadores en cualquier momento.  O ¿A quién no le gustaría llegar a un pub y que sin preguntarle, le sirvan una pinta de London? Porque esa es la cerveza de casa.

También me imagino,que a muchos como yo también, les gustaría un día después del trabajo, después de salir del cine, de regresar de con la novia o simplemente, después de andar caminando por un largo rato en las preciosas calles londinenses llegar a cualquier mini súper y llevarse unas 6 ó 12 de cervezas London Pride, en vez de una soda o de las chelitas tamaño familiar, que siempre tienen en las hieleras donde comúnmente compramos nuestras cheves; después de un amable y pintoresco agradecimiento del propietario (como acostumbran los británicos), salir de la tienda y continuar con la caminata por la calle con una bolsa de esas como de pan, llena de botellas de London Pride y que, mientras seguimos dando pasos y nos acercamos a nuestro hogar, el cielo siga teniendo una fiesta de truenos para que después nos caiga un poquitín de lluvia en ese clima fresco, al tiempo que nos acompaña The Cure o los Beatles en el iPod, por las mismas calles donde tal vez pasó John o Sid Vicious…

Después llegar al lugar donde nos estemos hospedando, ya sea una casa, un hostal o en alguna habitación con vista a la calle del Hotel Savoy, sentarnos a disfrutar algún programa clásico de televisión o Mr. Bean, leer un poco las noticias locales en The Sun acompañados de una London o compartirlas con quien nos haya estado esperando.

Se antoja, ¿No?

Un sabor que te enamora y no simplemente por el gusto que comparto con muchos por el Reino Unido, sino la mezcla de esta Premium Ale que arroja esos en la boca con su sabor suave, muy bien equilibrado y, gracias a maltas de alta calidad y el lúpulo que contiene, se convierte a veces en un sabor complejo, pero siempre delicioso.

Esos de Fuller’s vaya que hacen grandes cervezas, les recomiendo coleccionar entre sus gustos todos los matices de sabores que ofrecen sus mezclas; en especial, claro, la London Pride. Sirvan una y dense cuenta por qué es el Orgullo de los Londinenses.

 – Herr Playmo von Freuschland

@capitanudillos

fotos ©Carlos Leal Jiménez