Historia cervecera mexicana: Listón Azul

La extinta Listón Azul, cerveza en lata que se producía en Chihuahua hace muchos años.

Hace tiempo habíamos hablado en TheBeerDaily.com  de Cruz Blanca, una marca de cerveza mexicana ya extinta que se fabricaba en el estado Chihuahua; ahora les traemos unas imágenes de otro de los productos de esta cervecera Chihuahuense que se produjo y comercializó bastante hasta mediados de la década de los ochenta, se trata de la cerveza “Listón Azul”.

Esta cerveza que se producía primordialmente en Ciudad Juárez -aunque también llegó a hacerse en ciertas épocas en la capital de Chihuahua- tenía la particularidad de ser comercializada sólo en lata, esto le permitía a  la Compañía Cervecera de Chihuahua competirle frontalmente a la marca Tecate, de Cervecería Cuauhtémoc.
Lo curioso del caso de esta marca, es que en un inicio la cerveza de lata de la cervecera Chihuahuense se mercadeaba bajo el emblema de su producto estrella que era Cruz Blanca, sólo que para diferenciarla de la tradicional cerveza en botella, a la lata le hicieron un diseño especial, bautizándola como Cruz Blanca Listón Azul.

Una imagen sencilla que emulaba al listón azul, símbolo universal del premio a la calidad.

¿Porqué “Listón Azul” ? la idea era simple, el símbolo de premio a la calidad superior  a nivel mundial ha sido desde hace muchos años un listón azul,(algunas cervezas en otras partes del mundo llevan el mismo nombre como la Pabst Blue Ribbon o la Peroni Nastro Azzurro), y al ser esta cerveza mercadeada en lata, su precio era más elevado que las típicas botellas retornables de 325 ml. de la época, de ahí que los mercadólogos de ese entonces buscaran implantarle un valor percibido superior, a un líquido de calidad similar a la Cruz Blanca. Con el paso del tiempo, y como le ha pasado a muchos productos, la gente dejó de pedir “una Cruz Blanca, Listón Azul” para acortar el nombre a simplemente “Listón Azul”; su diseño en blanco y azul es sencillo, destacando la silueta de una medalla con su listón azul, en la que se aprecia claramente su nombre.

Esta cerveza Listón Azul era la típica Pilsner mexicana, que en su lata indica que tenía menos de 6 grados de contenido alcohólico, marcados en grados Gay-Lussac, ya que en aquella época, esa métrica creada por el científico francés Joseph Louis Gay-Lussac era el estándar en la industria; la Listón Azul tenía presencia nacional, aunque era más marcada su distribución en los estados del norte del país. Su lata, como muchas de su época (si no es que todas) era de hojalata, consistente en tres piezas (hoy en día son de dos o incluso una) la cual era soldada con puntos de chispa, su tapa no es como las conocemos ahora, sino que era desprendible totalmente; podemos decir que en su confección, esta lata si era bastante ruda, vaya podrías descalabrar a alguien aventándole una de estas cervezas.

Una lata de tres piezas soldadas; así eran los empaques de Listón Azul de esa época.

Aunque esta lata de Listón Azul que tenemos en nuestra colección data por ahí de 1976/1977 -y que nunca ha sido abierta- aún se encuentra en excelentes condiciones, prácticamente sin óxido presente, y con muy pocas señales de decoloración, destacando el brillo de sus tonos azules con blanco y detalles en dorado. Se nota que en esos tiempos la calidad de los empaques sí estaba pensada para que duraran muchos años.

No tenemos el año exacto de cuando dejó de existir esta cerveza, sin embargo, todo indica que Listón Azul corrió con la misma suerte que otros productos de la Compañía Cervecera de Chihuahua, los cuales desaparecieron poco a poco de los anaqueles, al ser adquirida esta empresa por Cervecería Cuauhtémoc, para dejar de producirse en definitiva cuando esta empresa de Monterrey adquirió a la Cervecería Moctezuma en 1985, llevando a reducir su portafolio de productos.

Si alguien tiene más información sobre esta cerveza mexicana o conoce a alguien que la haya probado, contáctenos, nos dará mucho gusto tener más datos sobre este producto cervecero extinto.

¡Salud!
>>Chuck

fotos © Carlos Leal Jiménez

La enigmática Simpático.

La dorada etiqueta de Simpático, sobre botellas de vidrio negro le da una imagen bastante elegante a esta cerveza mexicana de exportación.

En años recientes la oferta cervecera en todos lados se ha incrementado, topándonos con  cualquier cantidad de marcas en los anaqueles, unas bastante conocidas por medio mundo y otras que navegan en la oscuridad comercial, pero que de pronto nos sorprenden con su buena calidad. Debido a este excedente de oferta en marcas, ya es difícil que nos sorprendan las compañías cerveceras con lanzamientos de productos o submarcas, dicho de otra manera, como consumidores ya tenemos el radar encendido como para que nos impacten, comercialmente hablando;  pero hace algunos años la cantidad de marcas de cerveza que teníamos a la mano no era tan extensa, por ello cada lanzamiento de producto era casi casi motivo de celebración de la comunidad cervecera, y esto sucedía no sólo en México sino también en mercados más maduros, como el de los Estados Unidos.

Una de las pocas imágenes de Simpático que encuentras en la red. Esto ha hecho que el mito de esta cerveza haya crecido.

Uno de esos lanzamientos fue el de “Simpático”, cerveza estilo pilsner producida por Cuauhtémoc Moctezuma a finales de la década de los 80’s y principios de los 90’s, que sólo se producía para exportación a los vecinos que tiene México al norte del Río Bravo. Esta marca de elegante botella de vidrio negro y hermosa etiqueta con tonos dorados, fue totalmente desconocida para los bebedores de cerveza de México (para muchos esta marca es como un mito, una leyenda urbana de la cervecera ubicada en la Avenida Alfonso Reyes en Monterrey) , ya que fue concebida por el área de mercadotecnia de esta cervecera como una marca premium dirigida a ciertos mercados en Estados Unidos y Canadá (y por ahí hasta Australia llegó)  y por lo tanto su distribución se limitó a algunas zonas geográficas de estos países angloparlantes, principalmente en centros de consumo.

Quizás algunos cuarentones de Monterrey y la zona noreste de México recuerden esta cerveza, ya que durante algunos Spring Breaks en la Isla del Padre en Texas, se promocionó bastante con activaciones en bares y antros,  destacando sus concursos de wet shirts. Sí, aunque su imagen era la de una cerveza sofisticada y elegante,  así la promovían en esta playa texana, quizás por esa disonancia entre su imagen y su manera de mercadearla, aunado a su limitada distribución, esta marca nunca terminó de despegar en términos de ventas (aunque en 1987, su primer año, sí hizo bastante ruido en el segmento de importadas) en el difícil mercado estadounidense; digamos que la gente no entendía si esta marca era más apegada a cervezas premium europeas, o bien una derivación del “party beer” mexicana.

Las corcholatas de Simpático, y su elegante “S” .

Después de pocos años de existencia, Simpático desapareció, dejando muy poco rastro de su existencia; para mediados de los 90’s pocos se acordaban de este proyecto, incluso dentro de la compañía que la creó. Hace poco tiempo, la marca quiso tener un revival  producida ahora en Tecate B.C., al parecer bajo licencia de los creadores de esta marca, sin embargo, y a pesar  de tener actualmente página web y fanpage en Facebook, esta marca no se ha visto mucho, lo cual hace aún más grande el mito de Simpático para muchos consumidores, esto acrecentado por la poca cantidad de información de la marca en internet, lo cual hace pensar a mucha gente que esta cerveza no existió en realidad. La verdad es que esta cerveza está viva, y aunque no se encuentra fácil, por ahí conocemos gente que afirma haberla visto y probado en fechas recientes.

¿Alguno de ustedes ha degustado la Simpático o tiene más información de esta cerveza? Si es así, compártanos sus experiencias para publicarlas en este blog. Y si tienen por ahí imágenes de su botella, estaremos gustosos de recibirlas por acá para ir aclarando el mito de esta cerveza dorada en elegante botella negra, que sí, sí existe, no es como Sasquatch o el Chupacabras.
Bueno, ese sí existe, y lo produce Cucapá, también en Baja California…

¡Salud!
TBD Staff 

La Victoria ya no es nuestra: Grupo Modelo es adquirido por AB In Bev.

“Kroon”, que significa “Corona” en holandés, el idioma principal de Bélgica (en este país hay tres idiomas oficiales)

Algo que se había venido mencionando desde hace semanas hoy se confirmó, la totalidad de las acciones de Grupo Modelo fueron adquiridas por el consorcio cervecero belga  AB In Bev.  

Con un monto de 20.1 mil millones de dólares -equivalente a 278.6 mil millones de pesos- esta transacción de compra venta es histórica para una firma mexicana, de cualquier rubro. Con esta acción, AB In Bev que ya poseía acciones dentro de Grupo Modelo pasará a ser un jugador aún más importante en el mundo, ya que es de todos sabidos que Corona es la cerveza mexicana con mayor presencia en el planeta. Asimismo, otras marcas del grupo ayudarán a apuntalar aún más a esta megafirma cervecera con sede en Bélgica. De acuerdo con directivos de Grupo Modelo, Corona se convertirá en la marca insignia de AB In Bev junto con Budweiser y éstas se integrarán a las marcas globales Stella Artois y Beck’s que poco a poco han ido ganando adeptos en mercados de los cinco continentes.

Esta compra se suma a la que llevó a cabo la holandesa  Heineken  unos años atrás, cuando adquirió la totalidad de la otra empresa cervecera mexicana por excelencia: Cuauhtémoc Moctezuma.

Habrá que estar al tanto de qué cambios realizan los nuevos dueños de Grupo Modelo en sus estrategias tanto para México como para el extranjero, por lo pronto el slogan de uno de sus más queridos productos ya no aplica tanto, al menos no para el mercado mexicano: “La Victoria es nuestra”, no, la Victoria ahora es europea.

TBD Staff


“Todo para arriba”: Sol renueva su imagen.

Sol, una de las marcas de Cuauhtémoc Moctezuma que han sido renovadas en imagen este año.

Las marcas de la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma siguen siendo  renovadas en su aspecto de imagen, ahora fue el turno de “Sol”, la cerveza clara en envase transparente de esta firma, que es parte del consorcio Heineken.

Esta marca nació en 1899 bautizada como “El Sol“, ha tenido siempre fuerte presencia en los estados del Golfo de México, y fue en 1994 que Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma decide lanzar este marca a nivel nacional, para competirle frontalmente a otra cerveza clara de envase transparente: Corona. Desde esa fecha hasta hace pocos años, la marca tuvo fuerte presencia en todo el país, a través de distribución masiva y fuerte presencia en medios de comunicación así como en patrocinios de eventos deportivos y musicales.

La nueva imagen de Sol aplicada a su botella de “media”

Sin embargo, hace pocos años esta marca comenzó a ser relegada nuevamente a ser una marca de nicho, siendo cada vez más difícil encontrarla en algunas ciudades de México. Ahora nos encontramos con la novedad que Sol ha sido relanzada en el sureste del país con una nueva campaña titulada “Todo para arriba” en la que además presenta su rediseño de imagen, el cual si bien no es drástico, si hay cuestiones bastante diferentes con su identidad anterior, siendo el más palpable, el detalle que ahora sus botellas usan etiquetas de papel, en lugar de su clásica imagen “pintada” directamente en la botella (tal y como lo usa Corona), la cual también es un envase totalmente nuevo. En el aspecto del logotipo e ilustración del sol, la marca le brindó más dinamismo, pero respetando la tradicional tipografía de “Sol”.

Aunque no es nuestra cerveza favorita, y nos gustaron los nuevos grafismos de Sol, creemos que con este cambio, la marca se ve más ligera aún, e incluso pareciera que es un producto enfocado al mercado femenino -desconocemos su nueva estrategia, quizás sea ésta- .

La nueva imagen hace ver a Sol como una cerveza aún más ligera.

Para presentar su cambio de imagen Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma realizará “El Festival del Sol” de forma simultánea en Mérida, Cancún, Tuxtla , Campeche, Villahermosa y Veracruz, el cual irá apalancado con la campaña “Todo para arriba”. Según cifras de esta empresa con sede en Monterrey, Sol representa aproximadamente 20 por ciento del total de las ventas del portafolio de marcas CM, mientras que en el sur del país 1 de cada 2 consumidores la prefiere y 7 de cada 10 la toman cada mes. Esta marca cuenta actualmente con tres extensiones de línea: Sol Clamato, Sol Limón y Sal y Sol Cero.

¿Y a ustedes qué les parece esta nueva imagen de Sol?

¡Salud!
>>>TBD Staff 

fotos ©Carlos Leal Jiménez

¡La mezcla que vino del mar!

El legendario clamato.

Olvidémonos un momento de marcas, etiquetas internacionales, pubs, cervezas con granos de café, toronja o hasta cervezas sabor fresa, concentrémonos ahora en los maravillosos Clamatos, cuyo origen desconozco pero se rumora que nacieron entre Mexicali y el Sur del estado de California.

A través del tiempo, me he topado con varias mezclas de bebidas con cerveza, unas agradables, otras no tanto y algunas más bastante exóticas y nada antojables. En lo personal, la que más me agrada es el clasiquísimo Clamato con cheve. Ni la michelada, ni la chelada, ni otros derivados de estas mezclas me agradan tanto. Sobre todo, los sábados o domingos por la mañana, supongo que saben a lo que me refiero…

Un clamato y la mano de Silvia.

Nada tan agradable después de una noche intensa o simplemente para complementar el calorcito del medio día a solas o con los cuates, que una buena chelita con todos los componentes que conforman esta deliciosa preparación (cerveza, jugo de tomate con almeja, sal, limón, pimienta, salsa inglesa, el mítico jugo Magii, entre otros ingredientes); tiene la cualidad y la magia de levantarle el ánimo a cualquiera, además, saborear ese primer trago es… ¡Ufff!, de esas pequeñas cosas que tanto se disfrutan en la vida.

Vista desde el auto, del Servicar de Los Pelones.

En Aguascalientes les llaman ‘Gringas’ (no confundir con el taco regiomontano hecho con trompo, aunque no estaría nada mal pedir ‘una gringa y una gringa, joven’), en Torreón los conocen como ‘Clamacheves’ y un amigo del buen Pepe Chuy, dice que en la Plaza de Toros del DF les llaman ‘Chelatos’. La cuestión aquí es que todos llevan jugo de tomate con almeja y cheve, como ingredientes principales, y los más deliciosos que he probado son los de El Pit-Sin, en Fresnillo, Zacatecas y los de Los Pelones, en la pintoresca y peculiar colonia Independencia de Monterrey, Nuevo León, acá en México, donde los llaman simplemente ‘Clamatos’; ¡Ah! y bueno, los de mi amigo Gochi, pero es más probable que puedan probar los dos anteriores, si son más micheleros, les recomiendo las Micheladas de Mariscos El Rocky, en la ciudad de Zacatecas, bastante buenas y eso que no me inclino tanto por las micheladas… Pero bueno, no nos desviemos del tema, en Centrito, allá en San Pedro, existe un sitio más pop llamado La Clamatería, para toda la gente pop de la zona que quiera disfrutar una de sus tantas opciones con clamato; ahí no los he probado, así que no me hago responsable de los resultados.

Un auténtico clamato de Los Pelones, con camarones vivos.

No se a ustedes, pero en lo personal ¡No me salen! Años intentándolo y por más que le he movido, ¡Nada! Nunca llego al toque de otros lugares, creo que cada quien le pone ese ingrediente especial que los diferencía, como los camarones vivos de Los Pelones, según mi amiga Dee.

Para la cruz, para la plática, para el calor o por el simple hecho de disfrutarlo, un buen clamato nunca le cae mal a nadie (salvo a aquellos que tengan alergia a los productos marinos o definitivamente no les guste consumirlos). También los considero bastante efectivos si es que se quiere tomar tranqui, porque llevan una cantidad moderada de cerveza, que ya mezclada con todo el menjurje, es mínima.

Con un litro ya estás bien servido, por lo que hasta podría considerarlo hasta como alimento… ¡Mentir! Haha, una cosa es la beberecua y otra comer, así que por favor, aliméntense bien y acompañen un delicioso clamato con los platillos adecuados, con mariscos por ejemplo (Si fueran yo, lo acompañarían con ceviche… ¡Uff!) o los incluirían en su repertorio de bebidas en una tarde/noche de carne asada, como mis amigos regios y fresnillenses.

Si se sienten exóticos de repente, apliquen la de el Green del DF, el que está en la colonia Nápoles, porque ahí si piden un clamato, es necesario pedir también un deliciosísimo Tory Roll, un rollo de sushi exclusivo del lugar preparado con pollo,camarón, chiles toreados y queso manchego, un gran invento del hombre mexicano, bastante bueno.

¡Caramba, carambita, carambola! De tanto escribir y pensar en esto, ya se me antojó… Habrá que hacer algo al respecto.  Mientras tanto ustedes no se olviden de mi y preparen unos clamatillos el fin de semana; o si viven en Monterrey o Fresnillo, vayan a los lugares que les mencioné, una verdadera delicia. Y si están disfrutando de estas maravillas y se acuerdan de mi, el viejo y sucio Playmo, pues invitan, no sean mala onda.

PD. Si tienen alguna receta básica de preparación de clamatos, con algún ingrediente especial o poco convencional, no duden en hacérnosla llegar a nuestra página de Facebook o por Twitter, con gusto haremos esas mezclas a ver qué tal.

– Herr Playmo von Freuschland

@capitanudillos

La cerveza que nació en Chihuahua: Cruz Blanca.

La imagen de la Cruz Blanca en su última época de existencia. Esta botella aquí retratada data de los años 70´s.

En esta entrega de The Beer Daily les traemos otra de las cervezas mexicanas extintas, que tuvieron bastante popularidad en los paladares cerveceros mexicanos hace ya algunas décadas, se trata de la “Cruz Blanca”, cerveza producida por la desaparecida Compañía Cervecera de Chihuahua, S.A., en sus plantas de ese estado del norte de México.

Una charola de Cruz Blanca, de los 50´s, con su imagen clásica e ilustraciones de sus fábricas en el estado de Chihuahua.

Esta cervecera fue fundada en la capital del estado de Chihuahua en el año de 1896, y con el paso de los años se convertiría en una de las principales compañías del ramo en México, llevando sus productos a varias partes del país, incluso durante los difíciles años de la Revolución Mexicana. Esta compañía que tenía en su portafolio las cervezas  Cruz Blanca, Chihuahua y Austriaca, entre otras, fue adquirida por Cervecería Cuauhtémoc, en 1965, depurando su línea de productos, y estableciendo a Cruz Blanca como una de sus marcas principales producidas en Chihuahua, sobre todo en el norte del país.

Esta cerveza era muy similar en estilo y sabor a la Carta Blanca -marca insignia de la Cuauhtémoc en aquellos años- que incluso en algunas ciudades donde se vendían ambas marcas había confusión, ésta aumentada con el cambio de imagen que sufrió Cruz Blanca, que la hacía parecerse bastante al clásico emblema de Carta Blanca; curiosamente en la última época de esta cerveza, no existía símbolo de una cruz en su imagen, sino más bien la forma estilizada de un símbolo heráldico.

La Cruz Blanca fue una cerveza estilo Lager de poco menos de 5%ABV que se distinguía por su botella de 325ml un poco más estilizada que su contraparte de Monterrey -Carta Blanca- y existió hasta entrados los años 80´s, dejando de ser producida por la gente de Cuauhtémoc cuando esta cervecera adquirió las marcas de Cervecería Moctezuma, reajustando su portafolio de productos.

Esta botella que ves aquí de esta cerveza orgullosamente Chihuahuense,forma parte de la colección de cervezas mexicanas del staff de The Beer Daily, que dejaron de existir; en otras entregas de este blog les presentaremos algunas otras joyitas que permanecen bien guardadas en nuestros “cuarteles”.

¡Salud por la Cruz Blanca!
>>TBD Staff

pd.:Si alguien tiene más información de esta cerveza y quiera compartirla con el mundo, escríbanos a: thebeerdaily@gmail.com

Fotos: ©Carlos Leal Jiménez

El nuevo look de Indio

Así lucirán las botellas de Indio, con su nueva "ropa"

Esta semana los directivos de mercadotecnia de Cuauhtémoc Moctezuma hicieron la presentación oficial de la nueva imagen de Indio,  la cual sufrió una interesante renovación en su branding, pero sin perder la esencia de esta querida marca de cerveza oscura.

Esta cerveza con más de 100 años de historia, nace en 1893, bajo la marca “Cuauhtémoc”, utilizando desde sus inicio la imagen del emperador Azteca, razón por la cual la gente en ese entonces,  la pedía como “la cerveza del indio”, por ello, el paso obvio para este producto fue mutar su apelativo a simplemente “Cerveza Indio” por ahí de 1905. La anterior imagen de Indio que utilizaba la figura del emperador Cuauhtémoc flanqueado por los míticos volcanes Popocatépetl e Iztaccihuatl, sufrió una modificación gráfica muy interesante, al presentar a este guerrero Azteca de manera vectorizada en alto contraste, destacando los tonos verdes y ocres. La tipografía primaria de esta nueva identidad, sufrió una pequeña modificación que no le restó a la sólida imagen de marca que este producto ha construido desde hace ya tiempo, básicamente sigues viendo la misma esencia de marca, pero más agresiva y moderna, adecuada a estos tiempos.

La gente de mercadotecnia de Indio ya lleva varios años haciendo cosas muy interesantes en torno a la renovación de marca,  llevándola a un segmento de mercado más joven, con proyectos como los diseños temporales de sus etiquetas, realizadas a través de un concurso entre sus consumidores, así como patrocinios en eventos como el Festival Vive Latino. Según datos de la misma cervecera, esta marca ha tenido un crecimiento sostenido desde 1998, llegando al día de hoy a ser el 11% de las ventas de esta empresa en México, algo interesante considerando que el mercado cervecero en este país es primordialmente de consumo de cervezas claras, con un 80% de las ventas totales atribuibles a este tipo de cervezas.

Al staff de The Beer Daily nos gustó bastante esta renovación de marca, creemos que le sumará bastante a la hora de mercadearla…enhorabuena al equipo de que maneja esta marca y a sus diseñadores.

¡Salud por la nueva Indio!
>>TBD Staff 

PD: A ver si nos mandan unos cartoncitos para ver si sabe igual ¿no?    n.n

Brisa: la primera cerveza light en México.

La imagen de la difunta cerveza Brisa, creada por Cervecería Cuauhtémoc en 1979

Corría el lejanísimo año de 1979, la época de la música disco estaba en pleno declive, el peso había sufrido una gran devaluación pocos años antes,  y tan sólo un año antes la selección mexicana de fútbol haría en Argentina ´78 el peor papel de su historia en un mundial (Alemania 6, México 0, fue el resultado de uno de sus partidos) , contando en sus filas con un joven llamado Hugo Sánchez que aún militaba en los Pumas de la UNAM.  Pero además de esas oscuras historias, en Monterrey -sede de la entonces llamada Cervecería Cuauhtémoc- sucedía algo que muchos mercadólogos pensaban que cambiaría la historia de la cerveza en México: se lanzaba la primera cerveza baja en calorías, a la cual bautizaron con la marca “Brisa”.

Esta cerveza con una imagen en empaques bastante buena -incluso para estándares actuales- apostaba al mercado de gente que comenzaba a preocuparse por mantener la línea sin sacrificar los placeres de tomar cerveza -los 80´s y su boom de aerobics estaba por venir-, se ofreció inicialmente en botella ámbar de 325 ml y posteriormente en empaque de aluminio de dos piezas, lo cual fue también una gran evolución para la época, ya que anteriormente las latas se construían de bote de lata, soldado en tres piezas.

Hasta ahí, todo iba bien, al menos en papel, el problema llegó con su  campaña publicitaria de lanzamiento; ésta resultaba demasiado  alejada a los estereotipos del bebedor de cerveza en los 70´s. En esta se presentaba a un grupo de personas a bordo de un velero (la imagen de marca de Brisa era un barco de velas) disfrutando esta cerveza baja en calorías, usando ropa con suaves tonos pasteles y refinados peinados, algo muy diferente a lo que el público cervecero apreciaba en Hugo Sánchez y Leonardo Cuéllar (jugadores insignia del fútbol mexicano de ese entonces ) cuando degustaba sendas  Tecates y Carta Blancas  viendo un partido por la  TV  (vamos, ¿cuántos consumidores de cheve se habían subido a un velero en su vida?).
La respuesta no se hizo esperar, siendo el mexicano el rey del doble sentido y la burla propia y ajena, Brisa comenzó a ser catalogada como una cerveza para hombres “no suficientemente machos (sic)” (recuerden, eran los cerrados y poco tolerantes años 70´s ), llegando al punto de decir en tono burlista que si tomabas esa cerveza poco a poco te iría cambiando la voz y creciéndote las pestañas (WTF).

Una imagen del spot de TV de Brisa, a finales de los 70´s

Así, tras meses y meses de burlas y desprestigio, Brisa comenzó a perder el poco boom que tuvo con su lanzamiento, y fue quedándose en los anaqueles, obligando a los ejecutivos de Cervecería Cuauhtémoc a cesar su producción pocos años después y matar esta marca a la que se le invirtieron muchísimos recursos. Tendrían que pasar más de diez años para que esta cervecera regiomontana lanzara otra cerveza baja en calorías: Tecate Light en 1991, esta vez sí con mucho éxito.

Sin duda, Brisa fue uno de esos productos que a pesar de haberse trabajado bien en muchos aspectos, cometió un gran error, quizás de los más grandes de planeación en mercadotecnia: “Bad timing”. 
Hoy recordamos a Brisa y su velero en The Beer Daily, y brindamos por esta primer cerveza light con una de sus sucesoras, una helada Tecate Light.

¡Salud!

>>Chuck

pd: Acá pueden ver un spot de esta cerveza, de 1979

Dos refrescantes Micheladas

Las refrescantes Michelada Tradicional y la Michelada Tomate (no, a esta no le pusimos Clamato, por eso le llamamos así)

Las refrescantes Michelada Tradicional y la Michelada Tomate (no, a esta no le pusimos Clamato, por eso le llamamos así)

Si hay algo que tenemos en México en cuestión gastronómica, es que a casi todo le ponemos picante, desde dulces típicos, hasta bebidas, pasando por elaboradísimos platillos premiados en varias partes del mundo.

Y hablando de bebidas con picante, una que lleva ya años ganando adeptos dentro y fuera de México es la deliciosa Michelada, bebida a base de cerveza -clara de preferencia-, hielo, limón y otras salsas o mixers. Esta bebida, cuya invención es tema de debate, apunta a  dos historias en el estado de San Luis Potosí: la primera pone al General potosino Augusto Michel como su creador y otra que acredita su invención al ingeniero Michel Esper, también de San Luis.

Sea cual sea su origen, esta deliciosa bebida pasó de ser una bebida potosina para conquistar paladares en muchas partes, sufriendo modificaciones en su preparación dependiendo de la región geográfica donde te la sirvan, incluso hasta en el nombre de ésta, por ejemplo en el Distrito Federal, a la bebida preparada con salsa Maggi, salsa Inglesa (Worcestershire), salsa picante, limón y sal la conocen como “Michelada Cubana”  y  la que lleva sólo sal y limón, le llaman simplemente Michelada. En el norte de México,  a la bebida con sólo hielo, limón y sal, se le llama “Chelada”.

Pero además de estas dos versiones clásicas, de la década de los noventa para acá la famosa Michelada ha sufrido una metamorfosis, legando a prepararlas con jugo de tomate y almeja, o con chamoy y frutas. Así, en los anaqueles de las tiendas de conveniencia y súpermercados puedes encontrar mixers ya listos para hacer más rápida la preparación de esta bebida, siendo los más conocidos los de la marca Michemix, los cuales encuentras en varios “sabores”.

Este fin de semana además de disfrutar una Michelada casera, la cual preparamos al estilo tradicional, con  lo que mucha gente conoce como “Petróleo” (mezcla de salsas Maggi e Inglesa, jugo de limón, sal de mar y Salsa Tabasco), en un tarro con mucho hielo (se antoja, ¿no?) , nos tocó probar la versión de “Michemate”, cuya mezcla trae ya tomate con especias, muy al estilo del jugo de tomate/almeja.  Para ser un mixer que encuentras en Oxxo o Seven Eleven, el sabor que le dio a la cerveza clara con la que preparamos la Michelada Tomate, junto con limón, sal  y un par de gotas de Salsa Tabasco, fue bastante bueno. Siendo sinceros, superó las expectativas que teníamos de este producto, sobre todo al no encontrar jugo de tomate y almeja en la tienda que fuimos.

Resulta claro que las Micheladas caseras no tienen comparación, pero si no quieres batallar mucho en alguna reunión, o darle sabor a tu cheve directo en la lata o botella,  este Michemix de tomate es una buena opción para ahorrarte tiempo; habrá que probar otros tipos de mixers de esta marca así como de otras marcas para comparar, pero hoy nos quedamos con una botella de Michemix Tomate en casa, que no sale sobrando en el refrigerador.

¡Salud!

>>Chuck

fotos ©Carlos Leal Jiménez

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