Bueno, para empezar deben saber que según yo, hay dos tipos de cerveza plástica, la que existe y la que no.
La que existe, es esa cerveza chafona que no sabe a nada y que finge, de cierta manera, ser una cerveza solo porque su envase así lo relata y que probablemente sea similar a esos entes de personalidad y mentalidad plásticas que vemos en la tele y ahora en Facebook y esas cosas.
El otro tipo de cerveza plástica es el que no existe, pues sería envasada en plástico y no en vidrio. Al leer esto, quizás estén pensando en la frase ‘Achinga, deveras, no hay chelas en plástico, ¡Como las cocas!’. Bueeeno, bueno, probablemente sí hay algunas envasadas así, quizás en China o en Yugoslavia, o alguno de esos países que andan de novedositos ahorradores o ultra ecologistas, pero la verdad de las cosas es que no es nada recomendable depositar este preciado líquido en envases PET (yei, los de las cocas) y mucho menos tenerlos ahí durante mucho tiempo en el refri para cuando lleguen visitas.
La razón principal es que el plástico, a pesar de sus dotes de reciclaje, bajos costos y apachurramiento (sí, cuando lo aplastan para que quepan más en la misma bolsa) tiene otras propiedades que afectan el cuerpo, sabor y aroma de la cerveza pues es un material poroso por naturaleza que deja entrar elementos del medio ambiente como aire, calor y aromas que afectan directamente en el sabor y olor de la cerveza. Por otra parte, permite más salida de dióxido de carbono, osea el gasesito ese que trae nuestra chela y pues la deja toda chafa y aguada; esto aplica también para las bebidas no alcohólicas.
Digamos que el plástico nomás se vale para las fiestas, el estadio y esas cosas, porque se la echan de volada, aunque muchos prefieren el tarro que los hace verse muy varoniles, porque siempre se ve uno muy machito con tarro, realmente… como judicial, pues. Por eso, a pesar de la popularidad de estas botellitas de taparrosca en las tiendas, es bien sabido que cambian las propiedades de cualquier líquido en comparación al cristal, no por nada dicen por ahí ‘Está más chida la coca en botella de vidrio que la de lata (o la de plástico)’, pochí, por todo eso que les acabo de explicar mis queridos playmoescuchas.
¡Ya pues! Digan no a la cerveza plástica, la que existe y la que no existe (o que existe poquito en partes recónditas de nuestro planeta) y échense una a mi salud.
Prost!
– Herr Playmo von Freuschland
PD. Tomen, con moderación (en vaso de plástico, en tarro, bota de vidrio, botella), pero tomen.







Estos días la verdadera innovación está en boca de muchos pero en manos de pocos; sí, porque aunque muchos se nos enojen, el hacer un diseño mínimal-retro-futurista para un empaque, lanzar una app o hacer un video para Vimeo con un look hipster no es algo así como el pináculo del pensamiento innovador. Sin embargo, en un mar de ideas con una vida poco útil -salvo para generar imagen-, esta semana la cervecería independiente estadounidense Saltwater Brewery le ha dado al mundo una idea de esas que dejará huella en nuestro mundo, literalmente hablando, hablamos del primer contenedor de latas de cerveza hechos de materia orgánica, que son comestibles para la fauna marina.
¿Comestibles para la fauna marina? Sí, así como lo leen, esta pequeña cervecería de Florida le metió cerebro y agallas en desarrollar y producir este empaque que no daña la vida en el mar. Y es que actualmente un enorme problema para los mares es la basura plástica que tristemente desechamos en éstos, y mucha de esta viene en forma de arillos porta six packs cerveceros que se tiran al mar, ya sea en las playas o bien desde botes pesqueros (no es novedad que ir al mar a pasar un buen rato y beber cerveza van de la mano). Para que se den una idea, la Academia Natural de Ciencias de los Estados Unidos ha encontrado que cerca del 90% de las aves marinas han comido plástico y muchas de éstas no lo eliminan, con efectos desastrosos. Además, el índice de basura marina del Ocean Conservancy, cita que el plástico es el más común residuo comido por las tortugas marinas en el 2015, por ello la relevancia de este desarrollo de Saltwater Brewing.
Los anillos porta six packs de Saltwater están hechos a partir de residuos de cebada y trigo que son usados en la producción de sus cervezas, los cuales pasan un proceso de limpieza, antes de ser mezclados con otros componente naturales para hacer una pasta biodegradable y segura para ingerir, la cual se usa en moldes especiales para crear el empaque que sostiene 6 cervezas. De acuerdo con Saltwater, la rigidez, resistencia y facilidad de transportación de estos ‘holders’ son similares a los plásticos, por lo que el consumidor no sentirá diferencia alguna. El único problema con este empaque es su costo, el cual es más alto, esto por su volumen de producción pequeño, pero se espera que grandes jugadores del mercado cervecero se unan a esta práctica para obtener costos más accesibles y de paso ayudar con el problema actual de basura plástica en el mar y sus terribles efectos a corto y mediano plazo. ojalá y las MBCs se unan a esta práctica. Ah, y mejor aún si los seres humanos dejáramos de ser tan insensibles y no anduviéramos por ahí tirando basura por todos lados, en fin.
¿Qué pasa cuando juntas cerveza, Realidad Virtual y un poco de humor? Sacas absurdos pero divertidos productos como el que les presentamos de manera rápida por acá: los Bee-R Goggles, desarrollo en Beta de unas mentes de creativos publicitarios, que se suben al carrito de moda: la realidad virtual en headsets (como los de Samsung o Google) pero en este caso enfocados a tener una “experiencia de inmersión a la cerveza”. La idea es simple, beber cerveza y verla de cerca, ¿para qué? no tenemos idea, pero bueno, hay cosas que simplemente existen y ya.
Y aunque por ahí en sus sitio web hay un video y explicación vaga del proyecto, aún no sabemos si estos Bee-R Goggles existen (o existirán) o es simplemente una ‘madreada’ en alusión al término “Beer Goggles”. Y es que en inglés el término Beer Goggles es una expresión usada para referirse al efecto causado por el alcohol en la percepción en torno a otras personas (principalmente sexual); como cuando dices “esa persona se me hace atractiva, pero solo después de unas cinco o seis cheves”. En fin, acá les dejamos este peculiar producto, y si alguien lo ve en operación o mejor aún lo usa, ahí luego nos avisa cómo le fue.





Si son visitantes asiduos a esta web, ya se habrán dado cuenta que el Staff de TheBeerDaily le gusta andar de novedoso, buscando cheves y productos relacionados a esta sabrosa bebida para publicarlos por acá (
Hechas en acero inoxidable, estas Chillsner son algo así como estacas que después de dejarsa en el congelador por 45 minutos, insertas en tu botella de cerveza, y que debido a su cuello plástico, embona perfecto con la boca de la botella, permitiendo el flujo de cerveza fría hacia ti. Y bueno, aunque la idea en si, es muy sencilla (hablamos de un asunto de transferencia de temperatura) este producto le va bien a aquellos que les gusta tomar su cheve directo de la botella, sobre todo en regiones donde la temperatura cálida es casi permanente (¡saludos brothers de Mexicali!
Estas Chillsner no las hemos visto en México, pero seguramente para cuando llegue la temporada de primavera/verano las veremos por estas latitudes, y no les extrañe que incluso vengan de la mano de alguna marca de cerveza, esto como estrategia promocional. Ahí les dejamos un tip para sus activaciones, mercadólogos de las cervecerías que gastan lana sponsoreando de todo, ¡de nada!






Los cruces entre ideas/marcas/conceptos/categorías de negocio siguen en auge, (ya ve que hace poco les presentamos la cerveza de
Esta línea llamada “Real Ale Pack” consta de tres estilos clásicos de NB (el CT330, el 1500 y el 376), los cuales están hechos en su totalidad en la fábrica de New Balance de Flimby en el norte de Inglaterra, y llevan el nombre de tres cervezas ficticias. El CT 330 fue bautizado con el nombre “Chicken Foot IPA”, el 576 como “Ye Olde Flimby Prime”, mientras que el 1500 como “The Cumbrian Red”, ésto en honor a una cerveza Red Ale.
