Desde Munich, la Paulaner Premium Pils

Una clásica etiqueta, la de esta Paulaner Premium Pils

Después de unos días de pausa forzada, regresamos a The Beer Daily; pero aunque estuvimos ausentes de este blog, no estuvimos alejados del tema cervecero, de hecho aprovechamos estos días para probar varias cervezas que nunca habíamos degustado.

Una de estas es una rubia cerveza alemana, de Munich, para ser exactos, producida por la cervecería Paulaner, firma fundada en la capital del estado de Bavaria en el siglo XVII por Frailes Mínimos (sí, así se llaman), orden religiosa fundada en Italia en el siglo XV por San Francisco de Paula, lo cual queda de manifiesto en su sello/logotipo; de hecho, por eso la cervecería -y varios de sus productos-fue bautizada Paulaner, en honor a este religioso Italiano que tiene seguidores en varias partes de Europa y otras partes del planeta.

La imagen de un fraile Mínimo, en la tapa de esta Paulaner

La verdad, nunca habíamos visto esta cerveza, y dado que su etiqueta no es la más vistosa del mundo, quizás nos la hubiéramos brincado al estar seleccionando cervezas, por eso cuando un buen amigo del staff la llevó a casa durante una reunión decidimos ponerla a enfriar y disfrutarla con calma el fin de semana pasado, acompañado de unas nueces de la India y un sabroso queso semimaduro.

La casa Paulaner produce un buen de cervezas de varios estilos, incluso hasta sin alcohol, pero esta ocasión nos tocó probar la Premium Pilsen, cerveza que como su nombre lo indica, es una Pilsener con un 4.9% ABV. De cuerpo ligerito, esta cerveza es de un intenso color dorado, que al vaciarla en un vaso Pilsener (¿cómo no hacerlo?) luce bastante apetecible, sobre todo por el buen nivel de espuma que genera su nivel de carbonatación; sin llegar a ser considerada una nata, esta espuma tuvo buen nivel de permanencia en el vaso, dejando un nivel decente de trazas en el mismo.

Al ver esta Paulaner servida en un vaso Pilsner, se antoja

En cuestiones de aroma, se nota una simpleza positiva en esta Paulaner Premium Pils: sencillos aromas de malta con algo de cáscara de limón y algo de hierbas, pero nada que robe la atención de entrada.
El sabor de esta alemana es algo que esperas de una Pilsen de esas latitudes, bien balanceado entre sus notas de lúpulo y malta, con algunos rastros por ahí de frutas secas;  su nivel de amargor es leve, e incluso se puede sentir un poco de suavidad al pasar el trago, dejando una sensación refrescantemente satisfactoria. Sí , sabemos que cada paladar es diferente y a veces las papilas gustativas “juegan diferente”, pero seguramente esta cerveza alemana le gustará a casi cualquier mortal que se diga aficionado a la buena cerveza.

En resumen, esta Paulaner Premium Pils no es una cerveza muy flashy o con una maquinaria de mercadotecnia detrás como otros productos del viejo continente, pero sí es bastante sabrosa y recomendable, vaya que los frailes Mínimos de Alemania le pusieron bastante cariño a crear buenos productos cerveceros, que gracias a la globalización ahora podemos disfrutar de este lado del Atlántico. Si te gustan este tipo de Pilseners, honra a los maestros cerveceros de la Paulaner, y pruébala, creemos que te gustará.

En Monterrey la puedes conseguir en The Brewers’ Gallery, Cheveteca y en algunas tiendas de la cadena H.E.B..

Prost!
Chuck

fotos ©Carlos Leal Jiménez

Ahhhh….

 

Otro ad de The Beer Daily:
Una simple acción que nos hace decir “ahhhh!

Cheers!
TBD Staff

Historia cervecera mexicana: Listón Azul

La extinta Listón Azul, cerveza en lata que se producía en Chihuahua hace muchos años.

Hace tiempo habíamos hablado en TheBeerDaily.com  de Cruz Blanca, una marca de cerveza mexicana ya extinta que se fabricaba en el estado Chihuahua; ahora les traemos unas imágenes de otro de los productos de esta cervecera Chihuahuense que se produjo y comercializó bastante hasta mediados de la década de los ochenta, se trata de la cerveza “Listón Azul”.

Esta cerveza que se producía primordialmente en Ciudad Juárez -aunque también llegó a hacerse en ciertas épocas en la capital de Chihuahua- tenía la particularidad de ser comercializada sólo en lata, esto le permitía a  la Compañía Cervecera de Chihuahua competirle frontalmente a la marca Tecate, de Cervecería Cuauhtémoc.
Lo curioso del caso de esta marca, es que en un inicio la cerveza de lata de la cervecera Chihuahuense se mercadeaba bajo el emblema de su producto estrella que era Cruz Blanca, sólo que para diferenciarla de la tradicional cerveza en botella, a la lata le hicieron un diseño especial, bautizándola como Cruz Blanca Listón Azul.

Una imagen sencilla que emulaba al listón azul, símbolo universal del premio a la calidad.

¿Porqué “Listón Azul” ? la idea era simple, el símbolo de premio a la calidad superior  a nivel mundial ha sido desde hace muchos años un listón azul,(algunas cervezas en otras partes del mundo llevan el mismo nombre como la Pabst Blue Ribbon o la Peroni Nastro Azzurro), y al ser esta cerveza mercadeada en lata, su precio era más elevado que las típicas botellas retornables de 325 ml. de la época, de ahí que los mercadólogos de ese entonces buscaran implantarle un valor percibido superior, a un líquido de calidad similar a la Cruz Blanca. Con el paso del tiempo, y como le ha pasado a muchos productos, la gente dejó de pedir “una Cruz Blanca, Listón Azul” para acortar el nombre a simplemente “Listón Azul”; su diseño en blanco y azul es sencillo, destacando la silueta de una medalla con su listón azul, en la que se aprecia claramente su nombre.

Esta cerveza Listón Azul era la típica Pilsner mexicana, que en su lata indica que tenía menos de 6 grados de contenido alcohólico, marcados en grados Gay-Lussac, ya que en aquella época, esa métrica creada por el científico francés Joseph Louis Gay-Lussac era el estándar en la industria; la Listón Azul tenía presencia nacional, aunque era más marcada su distribución en los estados del norte del país. Su lata, como muchas de su época (si no es que todas) era de hojalata, consistente en tres piezas (hoy en día son de dos o incluso una) la cual era soldada con puntos de chispa, su tapa no es como las conocemos ahora, sino que era desprendible totalmente; podemos decir que en su confección, esta lata si era bastante ruda, vaya podrías descalabrar a alguien aventándole una de estas cervezas.

Una lata de tres piezas soldadas; así eran los empaques de Listón Azul de esa época.

Aunque esta lata de Listón Azul que tenemos en nuestra colección data por ahí de 1976/1977 -y que nunca ha sido abierta- aún se encuentra en excelentes condiciones, prácticamente sin óxido presente, y con muy pocas señales de decoloración, destacando el brillo de sus tonos azules con blanco y detalles en dorado. Se nota que en esos tiempos la calidad de los empaques sí estaba pensada para que duraran muchos años.

No tenemos el año exacto de cuando dejó de existir esta cerveza, sin embargo, todo indica que Listón Azul corrió con la misma suerte que otros productos de la Compañía Cervecera de Chihuahua, los cuales desaparecieron poco a poco de los anaqueles, al ser adquirida esta empresa por Cervecería Cuauhtémoc, para dejar de producirse en definitiva cuando esta empresa de Monterrey adquirió a la Cervecería Moctezuma en 1985, llevando a reducir su portafolio de productos.

Si alguien tiene más información sobre esta cerveza mexicana o conoce a alguien que la haya probado, contáctenos, nos dará mucho gusto tener más datos sobre este producto cervecero extinto.

¡Salud!
>>Chuck

fotos © Carlos Leal Jiménez

Polémica cervecera: la Skinny Blonde y su striptease.

La imagen de la australiana Skinny Blonde, con Daisy aún vestida.

Desde que la cerveza ha existido de manera comercial, muchas veces se ha acusado a sus productores de ser sexistas o degradar al sexo femenino, esto por el uso de imágenes publicitarias que promueven el consumo de ciertos productos a través del uso de la mujer como objeto. En años recientes, sin embargo, estas tácticas de mercadotecnia se han ido reduciendo, en parte porque en muchos países las legislaciones en torno a este tema han cambiado, o incluso, dejando a un lado cuestiones legales y más a manera autocrítica, firmas cerveceras han dejado de usar imágenes sugestivas para promover sus productos.

Una activación de Skinny Blonde, con los clones de “Daisy” a manera de Six Pack.

Sin embargo, en Australia existe una cerveza que va en contra de esta tendencia global (allá abajo muchas cosas son bastante diferentes al resto del mundo), se trata de la Skinny Blonde, cerveza producida por la microcervecería “Brothers Ink”, fundada en 2006 por el baterista de la banda The Vines Hamish Rosser, el artista plástico Jarod Taylor y el vitivinicultor Richie Harkham.

Quienes han probado esta cerveza, no hablan ni bien ni mal de ella, (es una cerveza baja en carbohidratos de 5.2% ABV), sin embargo, la marca ha dado mucho de que hablar en varios círculos, no sólo en Australia, y no precisamente por su sabor, sino por la polémica generada por las etiquetas de sus botellas, donde predomina la ilustración de una hermosa mujer en un bikini rojo, muy al estilo de las imágenes Pin Up de los años 40’s, esta modelo es conocida como “Daisy” .

Con el cambio de temperatura de la botella, la etiqueta cambia, digamos que bastante.

Utilizando la tecnología química conocida como Termocromismo, la cual permite “pintar” ciertos papeles de acuerdo a la temperatura del mismo (Coors Light usa la misma tecnología para sus botellas en USA, México y otros países, sólo que en las montañas de su etiqueta), la rubia del bikini rojo se “quita” su traje de baño, dejando muy poco a la imaginación del consumidor de esta cerveza.  Esto es, cuando la botella está llena y bien helada, la tinta roja conocida como un leuco pigmento), con la que está impresa la parte del bikini, se activa, al estar en contacto con la superficie fría de la botella (un asunto químico de transferencia de temperatura), pero a medida que la botella va vaciándose y por ende el vidrio calentándose, el proceso químico del leuco pigmento hace que la tinta se torne invisible, dejando al descubierto los atributos de la rubia, dejándola desnuda a los ojos del cervecero y acompañantes.

Esta situación generó mucho ruido mediático en la tierra de los canguros cuando la cerveza fue lanzada, ya que organizaciones de defensa a los derechos de la mujer intentaron boicotear su venta, lo cual le dio a este producto bastante exposiciones en los medios de ese país. Sus productores se defendieron alegando que además de que no violaban ninguna ley (de las de allá, claro está) los australianos han crecido rodeado de la cultura topless en sus playas, por lo tanto no veían la diferencia entre una bañista en Sydney o una botella de cerveza, la cual la definen como “un poco de humor en el serio negocio cervecero Australiano”. Finalmente, las protestas no hicieron que la cerveza fuera vetada y hasta donde sabemos la Skinny Blonde sigue a la venta en algunas de las ciudades de ese país.

En fin, con censura o no, esta cerveza seguro se vendería en muchos países del planeta, y no tanto por la calidad de ésta, ¿no creen?.
Habrá que buscar unas de estas Skinny Blonde.

Cheers!
TBD Staff

¡Muy pronto, más Beer Shirts!

¡Ya en producción, más Beer Shirts de The Beer Daily!

Ya están en proceso de producción con Sr. Jalapeño el nuevo batch de Beer Shirts, las cuales muy pronto estarán a la venta en varias tiendas especializadas de cervezas, en Monterrey y otras ciudades de México….¡espérenlas!

Y  si vives en USA, acá puedes comprar tu Beer Shirt.

Cheers!
TBD Staff 

 

Red Leaf Project: Molson Canadian y su iniciativa ecológica

Molson Canadian ha lanzado el ecológico “Red Leaf Project” en su tierra: Canadá

Molson, una de las principales marcas de cerveza en Canadá ha echado a andar el “Red Leaf Project” (en alusión a la roja hoja de Maple, símbolo de Canadá y también de esta cerveza), el cual consiste en unir esfuerzos entre empleados de esta firma cervecera, comunidad y organizaciones sin fines de lucro, para “crear un Canadá aún más limpio y verde”.

Una de las muchas brigadas del “Red Leaf Project” auspiciado por Molson Canadian

Dentro de las actividades de este ecológico proyecto se incluyen brigadas de recolección de basura en bosques, parques públicos, lagos, ríos y playas de este país, apoyo económico y logístico a organizaciones que trabajan en pro del medio ambiente como el Worldwide Wildlife Fund y Canada Tree. Con esta organización, Molson Canadian está plantando 100,000 árboles en áreas que han sufrido deforestación en años recientes.  Además de estos esfuerzos, la marca lanzó una campaña publicitaria buscando involucrar  a más gente en este proyecto, ligándola con eventos deportivos y musicales, como conciertos en varias ciudades de las provincias canadienses.

Una ingeniosa idea promocional y ecológica: los coasters de Molson Canadian

Una de las acciones más interesantes de este proyecto, es el lanzamiento de “coasters” o portabebidas hechas de material reciclado, que además tienen semillas en éstos. Así, una vez que la gente use estos portabebidas y se humedezcan con el “sudor” de la cerveza, pueden ser plantados, y así contribuir con el proceso verde. Estos portabebidas están siendo distribuidos en los empaques de esta cerveza en todas las provincias de Canadá, desde Nova Scotia hasta British Columbia.

Ojalá que en el mundo haya más iniciativas como esta que están llevando a cabo en las bellas tierras canadienses, y así podamos brindar por una planeta más verde, demostrando que la cerveza es mucho más que latas, tarros y botellas.

Cheers!
TBD Staff

Y la cerveza…¿con qué se come?

Una introducción al maridaje cervecero en esta entrega de TheBeerDaily.com

En tiempos recientes el tema del maridaje entre comida y bebida se ha incrementado en la cultura del “buen vivir amatéur”, esto debido en gran medida a mayores espacios  dedicados al arte del buen comer (y beber) en los medios de comunicación. Así, cada vez más, escuchamos pláticas sobre que tipo de platillo le va a tal o cual vino tinto, blanco o rosado, o que sabores son los que hacen mejor match con ciertas mezclas de café, mucho de esto también a causa del incremento de tiendas especializadas en estos menesteres gastronómicos.

¿Pero qué hay de la cerveza? ¿porqué no se habla mucho de los maridajes de esta bebida que es la tercer más consumida en el planeta después del agua y el té?. Quizás la causa más común sea que a diferencia del vino, la cerveza es una bebida más “común” (y nótese que acá lo entrecomillamos) y con un aire de menor sofisticación que muchos de sus primos etílicos. Sin embargo, con el advenimiento de nuevas e interesantes variantes de esta deliciosa bebida a base de malta y lúpulo, así como la creciente cultura cervecera independiente -y por ende con mayores contribuciones a la cultura gastronómica- en varias partes del mundo (México no es la excepción), ya se comienza a hablar de guías de maridaje entre la cerveza y diferentes tipos de comida. Ojo, no es que nunca hayan existido guías de maridaje en torno a la cerveza, es sólo que hasta ahora se comienzan a ver más.

Como todo tema de maridaje, siempre habrá ciertos puntos en los cuales no haya un criterio totalmente establecido, porque acá, como casi todo en la vida, entran los gustos de cada quien. Sin embargo, hay ciertas guías de origen químico (por la composición de los sabores de ciertos alimentos, no porque estos sean de origen artificial), que nos permiten definir ciertos puntos de encuentro entre estilos de cerveza y tipos de comida.

La comida mexicana va bien con cervezas ligeras en sabor y cuerpo

Entre estos podemos destacar, de manera general,  que la cerveza se lleva excelente con los tonos ácidos de ciertos ingredientes, como por ejemplo aquellos platillos que contienen encurtidos, salsas picantes (o chiles dentro de sus guisos), tomates verdes y rojos, ya que estos contienen un buen nivel de acidez, vinagretas (por ello muchas ensaladas se complementan a la perfección con una chelita), e incluso platillos que en sus condimentos “laterales” (no parte de la preparación del mismo plato) lleven buenas dosis de mostazas, “relish” y ketchup.  En este tema de la acidez en la comida, la cerveza es la ideal compañera, ya que otras bebidas alcohólicas no la llevan bien con estos tonos, ¿se imaginan acompañar un buen chicharrón en salsa verde o un queso en salsa de chiles de árbol y morita con un Cabernet Sauvignon?  Nosotros tampoco.

¿Qué tal unas costillas a la BBQ con una buena lager?

Otro sabor que va bien con la cerveza es el de origen ahumado, como por ejemplo muchas de las variantes de salchichas y costillas de cerdo ahumadas, esto debido a que la cerveza hace un contrapunto en el sabor “duro” de estos platillos expuestos al humo de diferentes leñas como ingrediente esencial en su preparación.

¿Pero qué hay de los platillos con alta concentraciones de grasa animal y vegetal? Se han puesto a pensar el porqué la cerveza se lleva tan bien con los embutidos, la carne de cerdo, los cortes tipo rib eye, arrachera, etc.,  las papas fritas (y tantas otras botanas de ese tipo)? De hecho, esta es una de las razones del porque los quesos con alta concentración grasa, son los que mejor se llevan con la cerveza.
Bueno, pues acá hay estudiosos del tema gastronómico que en sus teorías acerca de este punto, le confieren a la cerveza una ventaja sobre otro tipo de bebidas; al comer platillos con altas concentraciones grasas (¡colesterol, ahí te hablan!), las papilas gustativas -esos pequeños receptores del sentido del gusto que tenemos en la lengua- son virtualmente tapadas por una película grasa (suena peor de lo que es) que nos impide captar los sabores de bebidas más complejas, como por ejemplo ciertos vinos, algo que no sucede con muchas de los tipos de cerveza que consumimos, sobre todo las de sabores ligeros y con bajo grado de IBU´s, las cuales, al contrario, además de refrescar el paladar, digamos que limpian esa película grasa al momento de pasar el trago. No en balde, los estadounidenses le llaman coloquialmente “wash down” al hecho de darle un trago a la bebida para pasar el bocado (nothin’ like a cold beer to wash down those ribs, cowboy!).

Un sándwich de salmón, con una buena Stout

En otras entregas de The Beer Daily les hablaremos con más detalle sobre maridajes específicos según el origen de los platillos (carnes, pescados, vegetales, etc.), pero acá les damos un avance sobre algunos platos y las cervezas que mejor se llevan con éstos, simplificado en dos grandes grupos:

Cervezas Ligeras, de cuerpo suave a medio

  • Platillos con encurtidos, escabeches y vinagres
  • Platos orientales cocinados con salsas de soya y agridulces
  • Comida mexicana (acá chambonamente simplificamos, ya que nuestra cocina es muuuy extensa, prometemos ampliar este tema específico)
  • Platillos con buena contracción de pimienta y ajo.
  • Ensaladas preparadas con vinagretas

Cervezas con cuerpo medio y sabores más robustos

  • Embutidos de cerdo de sabores sólidos
  • Pescados ahumados (arenques, por ejemplo)
  • Platillos a base de vegetales ácidos (espárragos, alcachofas, calabacitas)
  • Carnero guisado o asado
  • Platos a base de curry o especias como gengibre
  • Quesos de sabores intensos

En fin, esta fue una pequeña introducción al tema del maridaje de la cerveza, esperamos muy pronto ampliar este interesante tema, que como ustedes se imaginan, da para muchas páginas. Por lo pronto, hacemos una pausa, destapamos una buena cervecita  y la acompañamos con un buen queso Gouda, a ver si nos va bien con ese maridaje.

¡Salud!
TBD Staff 

¡Ahora desde Argentina, para el Beer Team!

Keren con una Cerveza Imperial, de allá, de Argentina.

Hace unos posts, habíamos incluido las fotos que nos mandó nuestra querida Keren (aka Señorita Paranóica), en aquella ocasión fueron puras cervezas chilenas, donde figuraron la Cristal y la Escudo. En esta ocasión, les compartimos unas chelitas argentinas, también de su viaje por sudamérica.

Para empezar, la que me sorprendió bastante fue la Quilmes Bock, realmente no la conocía y desde que la vi en esa foto se me antojó probarla (gracias Keren, me saldrá un grano por tu culpa del antojo…) y la vemos en compañía de una Quilmes Cristal, la normalita en botella, que aquí en nuestro país es más común encontrarla en lata. De la Bock no tengo el dato, pero de la Cristal puedo decir que es una muy buena creación del país gaucho.

Palermo, Imperial y una taza.

Algo peculiar que nos contó una compañera de aquel país, fue que en Argentina suelen tomar la cerveza en tazas, sí ¡En tazas!, como si de té o café se tratara, la cuestión aquí es que en ocasiones,  se compran presentaciones familiares (mejor conocidas en México como wamas) y todos comparten de sus bebidas, como los vasos de refrescos en las fiestas, pero allá en tazas; no sólo usan tarros, vasos o de botella a botella (el paso de la muerte) o todos del mismo pico, ¡NO, también usan tazas! No obligatoriamente, pero se acostumbra y disculpen que insista tanto, pero se me hizo realmente peculiar esa forma de compartir tan preciado brebaje… (Todos podemos sorprendernos de vez en cuando con cosas tan simples, ¿No?)

También nos compartió otras etiquetas, como la Cerveza Imperial que tiene en sus manos en la foto principal, que a principios de los años 50 del siglo pasado era conocida como Quilmes Imperial, (sí, fue introducida al mercado por la compañía Quilmes e incluso la tipografía del nombre Imperial es muy similar a la de Quilmes), llegando a ser ‘Desde siempre la cerveza argentina’.

Vaya que esta mujercita tuvo la oportunidad de probar muchas etiquetas, nos compartió también la Andes, su favorita de aquel país y que nos dice, al preguntarle cual era su favorita, ‘la ANDES! es deliii!’ (así dijo, pos’ yo que). También la cerveza Córdoba, que en la foto sale acompañada por una taza porque casualmente no había en qué otra cosas servirla en el hostal donde estaban, y la Schneider, una receta tradicional alemana llevada a Argentina por un prusiano de apellido Shcneider y que años después sería saboreada por muchos alemanes exiliados de la guerra.

Muchas etiquetas y mucha historia en esta entrega por parte de la buena Keren Robledo para el Beer Team.

Muchas gracias, te debíamos este post. :B

¡Te queremos, @kerencone!

Y para todos aquellos que nos quieren mandar sus fotitos, artículos o lo que quieran publicar, los esperamos en thebeerdaily@gmail.com o en nuestro Face.

¡Salud!

 – Herr Playmo von Freuschland

@capitanudillos

La enigmática Simpático.

La dorada etiqueta de Simpático, sobre botellas de vidrio negro le da una imagen bastante elegante a esta cerveza mexicana de exportación.

En años recientes la oferta cervecera en todos lados se ha incrementado, topándonos con  cualquier cantidad de marcas en los anaqueles, unas bastante conocidas por medio mundo y otras que navegan en la oscuridad comercial, pero que de pronto nos sorprenden con su buena calidad. Debido a este excedente de oferta en marcas, ya es difícil que nos sorprendan las compañías cerveceras con lanzamientos de productos o submarcas, dicho de otra manera, como consumidores ya tenemos el radar encendido como para que nos impacten, comercialmente hablando;  pero hace algunos años la cantidad de marcas de cerveza que teníamos a la mano no era tan extensa, por ello cada lanzamiento de producto era casi casi motivo de celebración de la comunidad cervecera, y esto sucedía no sólo en México sino también en mercados más maduros, como el de los Estados Unidos.

Una de las pocas imágenes de Simpático que encuentras en la red. Esto ha hecho que el mito de esta cerveza haya crecido.

Uno de esos lanzamientos fue el de “Simpático”, cerveza estilo pilsner producida por Cuauhtémoc Moctezuma a finales de la década de los 80’s y principios de los 90’s, que sólo se producía para exportación a los vecinos que tiene México al norte del Río Bravo. Esta marca de elegante botella de vidrio negro y hermosa etiqueta con tonos dorados, fue totalmente desconocida para los bebedores de cerveza de México (para muchos esta marca es como un mito, una leyenda urbana de la cervecera ubicada en la Avenida Alfonso Reyes en Monterrey) , ya que fue concebida por el área de mercadotecnia de esta cervecera como una marca premium dirigida a ciertos mercados en Estados Unidos y Canadá (y por ahí hasta Australia llegó)  y por lo tanto su distribución se limitó a algunas zonas geográficas de estos países angloparlantes, principalmente en centros de consumo.

Quizás algunos cuarentones de Monterrey y la zona noreste de México recuerden esta cerveza, ya que durante algunos Spring Breaks en la Isla del Padre en Texas, se promocionó bastante con activaciones en bares y antros,  destacando sus concursos de wet shirts. Sí, aunque su imagen era la de una cerveza sofisticada y elegante,  así la promovían en esta playa texana, quizás por esa disonancia entre su imagen y su manera de mercadearla, aunado a su limitada distribución, esta marca nunca terminó de despegar en términos de ventas (aunque en 1987, su primer año, sí hizo bastante ruido en el segmento de importadas) en el difícil mercado estadounidense; digamos que la gente no entendía si esta marca era más apegada a cervezas premium europeas, o bien una derivación del “party beer” mexicana.

Las corcholatas de Simpático, y su elegante “S” .

Después de pocos años de existencia, Simpático desapareció, dejando muy poco rastro de su existencia; para mediados de los 90’s pocos se acordaban de este proyecto, incluso dentro de la compañía que la creó. Hace poco tiempo, la marca quiso tener un revival  producida ahora en Tecate B.C., al parecer bajo licencia de los creadores de esta marca, sin embargo, y a pesar  de tener actualmente página web y fanpage en Facebook, esta marca no se ha visto mucho, lo cual hace aún más grande el mito de Simpático para muchos consumidores, esto acrecentado por la poca cantidad de información de la marca en internet, lo cual hace pensar a mucha gente que esta cerveza no existió en realidad. La verdad es que esta cerveza está viva, y aunque no se encuentra fácil, por ahí conocemos gente que afirma haberla visto y probado en fechas recientes.

¿Alguno de ustedes ha degustado la Simpático o tiene más información de esta cerveza? Si es así, compártanos sus experiencias para publicarlas en este blog. Y si tienen por ahí imágenes de su botella, estaremos gustosos de recibirlas por acá para ir aclarando el mito de esta cerveza dorada en elegante botella negra, que sí, sí existe, no es como Sasquatch o el Chupacabras.
Bueno, ese sí existe, y lo produce Cucapá, también en Baja California…

¡Salud!
TBD Staff 

Carlsberg, la danesa oficial de Polonia y Ucrania

La deliciosa y refrescante Carlsberg, cerveza oficial de la Euro 2012 Polonia/Ucrania

La Euro 2012 de Polonia/Ucrania está ya en su recta final, muy pronto sabremos quien se queda con el trofeo de este torneo continental que es casi casi una Copa de Mundo, y aunque algunos de los equipos favoritos del staff ya los echaron del torneo, acá seguimos al pendiente de disfrutar de uno de los mejores futboles del planeta.

Pero bueno, como este blog es sobre la cerveza y no el fútbol (aunque ambos nos gustan bastante), ahora les hablamos de la cerveza oficial de la Euro, se trata ni más ni menos que de la danesa Calsberg, una de las cervezas de este país escandinavo más conocidas no sólo en Europa sino en el mundo entero. La relación comercial entre este torneo de la UEFA y el Carlsberg Group lleva ya 24 años, ya que en 1988 fue la primera ocasión que la cerveza Carlsberg fue sponsor oficial del torneo llevado a cabo cada cuatro años; en aquel año la Eurocopa se llevó  a cabo en la República Federal Alemana (antes de que se unificara Alemania, esta era la parte “capitalista”) por lo que en su momento fue un buen golpe mercadológico de Carlsberg, ya que se metió “hasta la cocina” de uno de los países más cerveceros por excelencia, para así ganar mayor presencia no solo en el país germano sino en Europa en general, de hecho ahora se produce no solo en Copenhague, sino en varias partes del mundo. Actualmente, la que se vende en México es importada primordialmente de Portugal.

La Carlsberg es una cerveza lager con un 5% ABV de un muy agradable tono dorado claro, que hace buen nivel de espuma al servirla en tu vaso pilsner. De cuerpo medio así como similar nivel de carbonatación, esta cerveza es bastante rica, con un nivel de amargor muy ligero, en comparación con otras cervezas europeas similares (Heineken, por ejemplo), lo cual la hace ideal para acompañar casi cualquier alimento. Su aroma es muy disfrutable, donde notas la presencia de lúpulo, pero sin ser éste incómodo. Su sabor, aunque menos intenso que muchas otras de su tipo, es bastante terrenal, sin presentar notas cítricas, si acaso por ahí se pueden distinguir ciertas trazas de manzana; digamos que es una cerveza más ‘seca’ pero no con mucho after amargo.

En general, esta Carlsberg le hace justicia a las cervezas lager estilo alemán, y aunque no se compromete mucho en su entrega de notas amargas, sí resulta una de esas cervezas que no te cansas de probar, ya sea en una reunión o bien con una botanita de quesos y jamones en casa, y si es viendo la Euro, pues mucho mejor. No dejes de probarla.

En México esta cerveza tiene cada vez mayor distribución, por lo que la encuentras en algunas cadenas de súpermercados como HEB, Soriana y Walmart, así como en tiendas especializadas en cervezas como The Brewers’ Gallery, The Beer Box, Cheveteca, La Belga (en el D.F.)  y otras de su estilo.

Skål!
>>Chuck

fotos ©Carlos Leal Jiménez